Racing y Arsenal empataron 1-1 en la Liga Profesional Argentina
El equipo de Gago sumó su segunda igualdad consecutiva y perdió una gran chance de prenderse a la punta del campeonato
Si diez días atrás este mismo Cilindro explotaba de efervescencia en el clásico de Avellaneda, con la ilusión de que esa alegría sirva para poder ir en busca del título que se le negó al equipo en el primer semestre, la sensación ahora es de impotencia. Tras aquel triunfo ante Independiente, la Academia apenas pudo sumar dos empates: el 0 a 0 del pasado sábado ante Newell’s, en Rosario, y ahora esta igualdad en casa con Arsenal. Muy poco para un equipo que se propuso ser protagonista en este torneo tras las tres eliminaciones que sufrió en las otras competencias que disputó este año. No sólo es el resultado: aunque el primer tiempo ante Arsenal fue bueno, Racing apenas muestra de a ratos ese andar arrollador que exhibió entre marzo y abril de este año. A veces, el apuro lo confunde. Terminó con Alcaraz, Rojas, Cardona, Carbonero, Romero y Copetti en busca del triunfo agónico, pero con un desorden notorio, casi como un partido de potrero. Algo similar a lo que había ocurrido en la igualdad ante Sarmiento, en Junín.
La gran apuesta de Fernando Gago estuvo en la presencia de Nicolás Oroz desde el pitido inicial. Categoría 94, surgido del Predio Tita, este es el tercer ciclo en el club para el zurdo que fue campeón en 2014. Aunque anduvo a préstamo en Chacarita, donde fue figura en el ascenso funebrero de 2016/17, en O’Higgins y Universidad de Chile y también en destinos más exóticos como el Al Wasl o el Volvos de Grecia, tuvo muy pocas chances en la Academia. Apenas 8, entre su primer paso en 2014/15 y su segundo en 2017, ambos con Diego Cocca. El mediocampista no jugaba desde marzo, cuando tuvo su última presentación en el fútbol griego. Volvió a Argentina a mediados de mayo. Fernando Gago lo vio en algunos entrenamientos y le pidió que se quede, que alguna chance iba a tener. Recién se pudo sumar al banco de suplentes este mes, porque su vínculo con el club griego finalizó el 30/6.
Hasta ahora no había tenido minutos en los tres partidos que estuvo entre los suplentes. Y ante Arsenal Gago lo mandó a la cancha de entrada, por delante de Matías Rojas, Carlos Alcaraz, Edwin Cardona, Tomás Chancalay y Johan Carbonero. Fue de lo mejor del equipo en ataque. El zurdo arrancó como extremo derecho y aportó algo de cambio de ritmo y visión. También regaló algunos lujos que explican por qué desde inferiores lo apodan el Mago, como ese caño a Goñi en el área rival.
En la mezcla con Leonel Miranda y Facundo Muro por la derecha, aportó aún más posesión para un equipo que hace del toque un culto. En la primera jugada del partido, a los 20 segundos, Enzo Copetti cabeceó en el área chica sin que el equipo rival haya podido interceptar la pelota. Algo similar ocurrió a los 34 minutos: la Academía acumuló 18 toques antes de que Leonel Miranda mandara el buscapié al área. Ni Copetti, ni Hauche ni Gómez pudieron definir; tras un par de rebotes lo hizo Gonzalo Piovi, que lo agarró descolocado al arquero Alejandro Medina.
El del lateral zurdo es un caso similar al de Oroz. Fichado por Racing a comienzos de 2018, tras un primer semestre con pocas oportunidades fue prestado a Gimnasia La Plata, Defensa y Justicia y Colón, donde fue campeón de la Copa de la Liga. Cuando venció su vínculo con el Sabalero, al regresar al club que es dueño de su pase, se cruzó en una charla con Gago, que le dio su confianza. Aquello fue en enero de este año. El surgido de Vélez se ganó un lugar en el equipo y es uno de los más regulares a lo largo de este 2022. Ante Arsenal hizo su primer gol con esta camiseta.
Lo mejor del empate entre Racing y Arsenal
Más allá del millonario gasto que hizo por los colombianos Cardona y Carbonero, a Gago le terminan dando más rédito Oroz y Piovi, dos futbolistas que no son considerados refuerzos pero que si no hubiera sido por su pedido se hubieran marchado de Racing a préstamo en busca de continuidad. Ayer también tuvo su presentación como titular el zaguero Jonathan Galván, otro de los refuerzos que llegaron con perfil bajo. Ya le había tocado ingresar de urgencia ante Newell’s y había cumplido.
A las dos incorporaciones más costosas el entrenador le dio apenas 35 minutos, cuando el partido estaba 1 a 1 y el Cilindro empezaba a tomar temperatura. En el desorden que se había vuelto el juego no pesaron. Cardona tuvo su chance a los 42, con un remate que se fue apenas ancho. Y Carbonero la última bola, que salió por encima del travesaño. Sin tiempo para esperar a que se aclimaten sus incorporaciones estrella, Racing se queda en el amague: aún mira los primeros puestos desde lejos porque no logra dar el salto.