Pulso en el lateral
Ancelotti quiere examinar a Vinicius Tobias y Odriozola en Estados Unidos. Ambos tienen un verano para demostrar que son mejor que el otro. Sólo hay una plaza.
Extracomunitario
Y en esa balanza el brasileño tiene un handicap: para obtener esa vacante, necesitaría que se liberase una plaza de extracomunitario. Es decir, que Vinicius reciba la doble nacionalidad de una vez; algo por lo que lleva esperando meses. Se prevé a corto plazo, casi inminente, pero no hay exactitud sobre cuándo será y el Madrid no puede hacer nada al respecto, sólo esperar. Mientras tanto, Tobias seguirá en el Castilla, trabajando a las órdenes de Raúl, con el que ya jugó cuatro partidos la temporada pasada. Llegó procedente del Shakhtar Donetsk, consecuencia del estallido de la guerra en Ucrania y una norma extraordinaria de la FIFA, a través de la cual se permitió a los clubes firmar hasta a dos jugadores que militasen en las ligas ucranianas o rusas.
El Madrid eligió a Tobias, que está cedido hasta final de esta temporada. Su opción de compra es de 10 millones, más otros 10 en ‘bonus’. De explotar, de convencer a Ancelotti, sería una cifra notablemente baja para un lateral derecho que tiene sólo 18 años, un mundo por delante. Una opción que tendría el Madrid sobre la mesa, en caso de decantarse por Tobias, sería empezar el curso con Carvajal-Lucas Vázquez como laterales, una fórmula que ha demostrado rentabilidad estos años, y una vez que llegué la doble nacionalidad de Vinicius, abrirle la puerta definitivamente al carrilero de São Paulo.
Competidor
Pero Odriozola, sanamente, quiere negarle esa plaza. El Madrid lo fichó el verano de 2018 a cambio de 32 millones; firmaba al lateral derecho español con más proyección del momento, un futbolista que venía de jugar 3.435 minutos con la Real Sociedad y acababa de ser llamado por La Roja para el Mundial de Rusia, donde finalmente no disputó ningún minuto. Tras año y medio sin terminar de hacerse con el puesto, salió cedido seis meses al Bayern de Múnich, donde todo le salió aún peor: sólo jugó cinco partidos de aquel fútbol sin público por la pandemia, y con minutos ‘residuales’, para sumar 179′ en total. Tras volver al Madrid y disfrutar de apenas 958′ en toda la temporada, tomo una decisión: volver a salir cedido.
Y así se marchó, la pasada temporada, a la Fiorentina. En Florencia ha empezado a reencontrase, a sonreír, a disfrutar del fútbol. Ha jugado 1.866 minutos, repartidos en 27 partidos. Además de marcar un gol y dar una asistencia. Rendimiento ascendente, sensaciones positivas. Tales, que el propio Madrid ha decidido ofrecerle una tercera oportunidad: hará la pretemporada con el equipo y tiene serias opciones de quedarse este curso. A sus 26 años, tiene contrato hasta 2024. Como contó AS, la idea del club es que él sea quien se quede, contando con muchos más enteros que Tobias. Pero el pulso está servido y un verano puede trastocar muchos planes. El brasileño quiere dar un golpe sobre la mesa; Odriozola, volver a ser el de 2017. El puesto será para uno.