Nadie piensa en Independiente
Lo que pasó en cancha del Rojo es mucho más grave que una derrota con Platense. El hartazgo de la gente llegó a los dirigentes y al DT. Un club devastado.
Ojalá lo único que tuviese que analizar fuese un 1-3 contra Platense. La noche del lunes pasaron cosas más graves. La barra brava tapaba con cánticos cuando los socios querían manifestarse en contra de la dirigencia y hubo algunos tumultos. Domínguez tenía planeado un equipo y dos horas antes se enteró de que no podía contar con Poblete y Cazares desde el arranque. La gente empezó a meter en su descargo al entrenador por el 18º puesto en la tabla. De Felippe, entrenador de Platense, le pidió al propio DT del Rojo “que no se vaya”. Leandro Benegas se agarró con la gente.
Esa sucesión de actos pasaron en un solo día. Sucede porque el club está desorientado. Los dirigentes no fueron elegidos por la gente. Su relación con los socios está irreversiblemente rota. La oposición se disolvió. Las elecciones no se hacen. Nadie piensa en los hinchas de Independiente. Los únicos que sufren por Independiente son sus hinchas. Al resto le da igual.