Macron advirtió a los franceses que se preparen para un posible corte total de gas ruso
El presidente de Francia dijo que tomará medidas como apagar las luces públicas por la noche y establecer un periodo de “sobriedad” energética
“Rusia utiliza la energía, igual que la alimentación, como un arma de guerra”, destacó el presidente francés en una entrevista a la televisión con ocasión de la Fiesta Nacional, dedicada en buena parte a las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania, sobre todo las económicas.
De entrada, sobre el conflicto propiamente dicho, avisó de que “tenemos que prepararnos a que dure”. Dio por hecho que “el verano y el comienzo del otoño serán muy duros” a la vista de cómo se están desarrollando los combates por el control de la región del Donbás, que fue el principal motivo de la invasión.
Confirmó que Francia, que ya es el país de Europa occidental con el ejército más potente, tendrá que aumentar su presupuesto militar en los próximos años ante el nuevo escenario geopolítico. Aunque no quiso dar cifras porque eso dependerá de la evaluación de las amenazas y de las necesidades que ha encargado a su Gobierno de aquí a finales de año.
Apenas una hora antes de la entrevista, Macron había presidido el tradicional desfile militar del 14 de julio en París, que en esta ocasión estuvo marcado por la presencia de la bandera de la OTAN y de 106 militares de nueve países miembros del flanco este de Europa antiguos miembros del Pacto de Varsovia que se sienten amenazados con la ofensiva rusa en Ucrania desde finales de febrero.
En ese desfile también había 125 representantes de las tropas francesas que cumplen misiones en varios de esos países, que se han reforzado en estos cuatro meses y medio.
El presidente francés avanzó que, ante la eventualidad de que Moscú corte el flujo de gas hacia Europa, su Gobierno va a pedir a las administraciones y a las grandes empresas planes de “sobriedad” para ahorrar energía con objetivos cifrados, y dijo que las medidas deben aplicarse con criterios de “ejemplaridad y responsabilidad”.
Además de confirmar que se van a mantener en funcionamiento las dos últimas centrales de carbón del país más allá de las fechas de cierre que se habían programado inicialmente este año y el próximo, mostró su intención de “negociar” con sus socios europeos un cambio en el mecanismo de fijación de precios de la electricidad.
A su parecer, ese mecanismo que establece el precio en función de la última central que tiene que aportar electricidad al mercado para cubrir la demanda constituye un sinsentido en la situación actual ya que “es demasiado dependiente del gas que importamos”.