Los brasileños del Madrid se adaptan al fútbol moderno

Vinicius, Militao y Rodrygo se han puesto en manos de diferentes preparadores personales para afinar su cuerpo, una moda absoluta en el fútbol moderno.

Antonio Villar
As
Los jugadores blancos, que ya han vuelto a los entrenamientos con el resto de sus compañeros, no han perdido el tiempo en sus vacaciones y han aprovechado los días de descanso para ejercitarse en solitario de cara a la nueva campaña. Vinicius (22 años), Rodrygo (21) y Militao (24), que no quieren perder su peso en el Madrid y en la selección canarinha de cara al Mundial de Qatar, se han puesto manos a la obra con sus entrenadores personales (Thiago Lobo, Marcel Duarte y Bruno Coco) para llegar en óptimas condiciones al inicio de la temporada (con la supervisión, en todo momento, del general Pintus).


Empecemos por Vinicius. Tras su espectacular temporada 2020-21, el brasileño se tomó unos días de descanso para recargar pilas y ponerse a las órdenes de Thiago Lobos, uno de los máximos responsables (junto a Pintus) del gran cambio del delantero blanco. Fue el primero de los brasileños en cambiar de rutina. Su punto de inflexión llegó en la fatídica eliminatoria de Champions League frente al Ajax (5 de marzo de 2019): una grave lesión de tobillo (rotura de ligamentos del pie derecho) lo dejó apartado de los terrenos de juego durante dos meses. Contrató a Thiago Lobos, su actual entrenador personal (preparador físico que trabajó en el Santos y con Gabigol en el Inter), para recortar plazos de cara a la ya citada lesión de tobillo. Una vez recuperado, el atacante blanco cambiaría su estilo de vida por completo: intensificó su preparación física (instaló un gimnasio en casa), cambió su dieta alimentaria (contrató a un chef personal), y trabajó su cuerpo y mente para mejorar en todas sus facetas futbolísticas (de la mano de Thiago y Pintus).

Llegó la pandemia y Vini siguió con su plan previsto: pidió a su preparador físico que se alojara en su casa durante el confinamiento para seguir trabajando juntos. El cambio fue notable y los números con el Madrid cambiaron radicalmente: de no llegar a los 10 goles por temporada en el club merengue (desde su llegada al primer equipo en 2018) a sobrepasar la barrera de los 20 (22 tantos) en este último curso (17 en Liga, cuatro en Champions: anotó el gol que dio la Champions ante el Liverpool y uno en la Supercopa de España). Durante este año, se ha convertido en el segundo jugador más valioso del mundo (solo Mbappé está por delante) y el futbolista con más impacto ofensivo en las jugadas de ataque del Real Madrid (por delante de Benzemá). La entidad madridista tiene todo acordado para extender su contrato hasta 2027.

Thiago Lobos, que acompañó a Vinicius en sus vacaciones por Ibiza, empezó a trabajar con el brasileño antes de su vuelta a los entrenamientos con el club merengue. Se ha puesto como objetivo aumentar, aún más, el nivel de Vini durante esta temporada. Una asociación que puede dar mucho al club blanco.

Por otro lado, Rodrygo. Gran recta final de temporada que se ha marcado el delantero merengue. Fue clave en la consecución de la Champions con su gol ante el Chelsea en cuartos de final (frenando al ciclón inglés que pasaba por el Paseo de La Castellana) y con el doblete anotado ante el City en semifinales (remontada que pasará a la historia blanca). Pero todo esto no pasa por casualidad...

Rodrygo, junto a Marcel Duarte (su entrenador personal desde los 13 años), vienen trabajando un cambio físico desde hace dos temporadas: el brasileño, que está en el mejor momento físico de su carrera, llegó a Madrid pesando 60 kilos y, actualmente, pesa 69 (su objetivo es llegar a 71). El fin de este cambio está centrado en mejorar la calidad de sus movimientos (más rapidez y regate) y obtener más musculatura sin perder verticalidad. Pintus, que está muy contento con el cambio del delantero merengue, se deshace en elogios y asegura que será un “crack mundial”. La alimentación y un buen descanso, unido a un buen ritmo de trabajo, son claves importantes para que Rodrygo se convierta en el jugador que todos desean.

Durante su última temporada, el futbolista merengue se ha consagrado en Europa con cinco goles en Champions (dos al City, Chelsea, Shaktar e Inter) y cuatro en la Liga (dos al Espanyol, Levante y Sevilla). El Madrid, que confía plenamente en él, lo ha atado hasta 2028.

Y, por último, Militao. El defensa blanco acabó la última temporada como el jefe de la zaga del equipo de Ancelotti. Rudiger, nuevo fichaje del Madrid, ya se ha reincorporado a los entrenamientos con sus nuevos compañeros y será la nueva pareja de baile de Éder. El brasileño tiene nuevo preparador físico: Bruno Cocco. Es el encargado de poner en forma a Militao (junto a Pintus). El central madridista ha aprovechado sus vacaciones para machacarse con Bruno y volver antes a los entrenamientos antes de lo previsto: llegó a Madrid un día antes (9 de julio). Eso dice mucho del compromiso del brasileño con el club merengue. Durante sus días libres, lo hemos podido ver en el partido entre los amigos de Roberto Carlos y Ronaldinho (jugado en Brasil). El central, que ha estado muy activo en sus redes sociales, ha publicado como se machacaba físicamente antes de su vuelta a la capital de España con su preparador físico. Con su reciente paternidad, vive un momento dulce en su vida y eso se refleja también en lo profesional: acabó el último curso en Liga como el tercer jugador (por detrás de Vinicius y Benzemá) con más impacto del club blanco (9,67%). Con su trabajo defensivo evitó, al menos, 10 goles menos de lo esperado. Según Olocip, el crecimiento de Militao va a más: evitará un gol cada 321 minutos en la campaña 2022-23.

Militao, que espera mucho de esta temporada, quiere mantener su sitio en el Madrid y hacer un gran papel en el Mundial de Qatar con Brasil. En la entidad madridista no ha pasado desapercibido su trabajo y tiene acordada su renovación hasta el 2028.

Entradas populares