Lewandowski off, Dembélé on

El Barça se marcha de la gira estadounidense con otro triunfo ante el Red Bull, con su nuevo crack negado ante el gol y el francés, iluminado, como máximo goleador.

Juan Jiménez
As
El Barça cerró su gira en Estados Unidos con otro triunfo en Nueva York (0-2) y sensaciones muy correctas, aunque con la rareza de ver a un especialista consumado, Robert Lewandowski, desperdiciando ocasiones de todos los colores. Cosas, es de suponer, de la pretemporada. Las luces que se le apagaron al polaco se le encendieron a Dembélé, que junto a la sentencia de Memphis en el 87′, decidió el partido con otro gol magnífico, y que promete un excelente estado de madurez para la temporada que empieza. Favorecido por la apuesta del rival, que siempre quiso ir hacia delante, el partido fue vistoso, se jugó con ritmo y permitió sumar minutos e intensidad al Barça, un equipo que tendrá múltiples alternativas este curso, capaz de jugar con extremos abiertos una parte (Dembélé y Raphinha), y goleadores la otra (Aubameyang y Ansu); o con un catálogo extensísimo de interiores (De Jong y Gavi en la primera parte; Pedri y Kessié en la segunda). Regresa el Barça de Estados Unidos con tres victorias y un empate, 11 goles a favor y dos en contra. Y el mosquito, Ousmane Dembélé, on fire: cuatro goles.

A Lewandowski, en cambio, le está costando ponerse en hora. El polaco, sin puntería contra Madrid y Juventus, estuvo insospechadamente lento en varias acciones contra un equipo de un nivel muy mediano como el Red Bull. El catálogo de sus errores fue sorprendente. Primero, cabeceó fuera un centro franco desde la izquierda. Luego, mandó un derechazo a las nubes tras una buena maniobra individual. Después, malogró de manera incomprensible un regalo de Dembélé y se le bajó la persiana ante el animoso Carlos Coronel. Todavía en la primera parte, tiró al bulto ante el portero del Red Bull. Y en la segunda parte, el portero suplente, Meara, le sacó otros dos balones. Lewandowski, que jugó hasta 72 minutos sin éxito, se ha ido de los tres partidos de la gira de Estados Unidos dando la sensación de que se hinchará a goles en el Barça…, pero sin marcar ninguno.

Como si del mundo al revés se tratase, todo lo que ‘estropeó’ Lewandowski en la primera parte lo arregló Dembélé, que ha empezado la temporada en un estado de lucidez sorprendente que empieza a demostrar que todo lo que enseñó en los últimos meses de la temporada pasada, cuando en un rato se convirtió en el mejor asistente de LaLiga. En fantástica sociedad con Raphinha, jugador eléctrico, marcó el 0-1 con un disparo cruzado que prolongó el estado de gracia que demostró en el partido ante la Juventus. Con cuatro goles en tres partidos, es el Pichichi culé de la pretemporada. Al francés le ayudó la propuesta del Red Bull, que jugó con muchos espacios a su espalda, pero aun así dio síntomas de estar en una gran forma a dos semanas.

La segunda parte, menos homogénea, también dejó otro jugador que mejora sus vibraciones, pero que tampoco tuvo puntería. Ansu se quedó a milímetros del gol pero, desplazado a la banda izquierda, demostró mejoras en la aceleración. Para un futbolista necesitado de explosividad, la confianza resulta clave para comprobar que el tendón está en perfecto estado. Y Ansu va despacio, pero con mejoras. Xavi también tuvo tiempo para experimentos en la segunda parte, como el de Nico de central o Aubameyang de extremo derecho. El partido terminó con un jugador expulsado (Edelman, por una patada extemporánea a Pablo Torre) y con Memphis cerrando el marcador (0-2). Quién sabe, si su último gol con el Barça.

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