La disciplina se instala en el PSG
El dúo Galtier-Campos ha establecido unas normas inéditas en los últimos años dentro de la plantilla. Desayunar juntos, no usar el móvil en las comidas…
La primera de ellas son los desayunos. Los jugadores del PSG deberán llegar a la ciudad deportiva de Camp des Loges entre las 8,30 y las 8,45 y todo jugador que llegue tarde, sin importar el nombre, no estará autorizado a entrenar con el resto de la plantilla y deberá volverse a casa. En el centro deportivo Oredoo, además, los futbolistas deberán desayunar juntos sin teléfonos móviles. Campos quiere evitar que se formen distintos grupos dentro del vestuario y su objetivo es fomentar la integración entre diferentes lenguas para que haya más cohesión en el terreno de juego.
De forma sorprendente, Neymar es, según L’Équipe, un caso paradigmático de disciplina desde que arrancó la pretemporada del PSG. El brasileño, antes de la gira en Japón, era uno de los primeros en llegar a la ciudad deportiva y adelantó sus vacaciones una semana para ponerse a punto físicamente. Aunque Al-Khelaïfi y Qatar quieran desprenderse de sus servicios, el exjugador del Barcelona quiere triunfar en París. De momento, la disciplina parece haber surtido efecto en un PSG acostumbrado a descalabros internos durante el último lustro.