Independiente retrocede: Racing hoy está muy lejos
El resultado fue sincero y excede el clásico. Marca la diferencia que hay en este momento entre uno y otro. La culpa, más que de Domínguez, es de los dirigentes.
Fue un resultado sincero. La victoria de Racing sobre Independiente refleja el presente institucional, económico y deportivo de ambos. Sería más fácil decir que el Rojo pudo empatarlo en el segundo tiempo, que Copetti perdonó y Chuky Ferreyra tuvo dos chances pero sería un análisis llano y que no hace foco en la verdadera diferencia: de los últimos 11 clásicos, Racing ganó 7. No es casualidad. Es causalidad. Independiente, en los últimos años, perdió muchas cosas. Dejó de participar en Copas Libertadores y no pelea los torneos locales. Lo único que le quedaba es que, sin importar cuán mal estuviera, a Racing le ganaba. Quizás por inercia, por poco, a veces por goleada, pero le ganaba. En sus peores años agrandó la diferencia en el historial como nunca -24 partidos-. Hoy no parece quedarle ni eso. Y es porque un club está bien dirigido y el otro mal.
Pasó con Lucas Pusineri, Julio Falcioni, Eduardo Domínguez y seguirá pasando con el próximo. Eduardo Domínguez podría renunciar durante las próximas horas. Su paso, hasta ahora, es malo. Sin embargo, se verá cuando no esté que el problema de Independiente no está en un cuerpo técnico de turno. Está en sus dirigentes. En el oficialismo y en la oposición. En el que gobierna –Hugo Moyano- y en los que quieren gobernar. Fue un resultado sincero pero no solamente porque Racing llegó más que Independiente, sino porque hay kilómetros de diferencia entre cómo se maneja un club y el otro.