Galtier profundiza su método en el PSG: separó del plantel a otra figura
El entrenador, que ya había advertido su intención de reducir la cantidad de profesionales, dejó de lado a cinco estrellas antes de la gira a Japón y en las últimas horas sumó a Thilo Kehrer a la lista
Desde el inicio del nuevo proceso, las versiones ya indicaban que el director deportivo Luis Campos y Galtier iban a dividir los grupos de trabajo con la idea de marcar las diferencias entre los que eran considerados y los que no. Eso también buscaba la intención de quebrantar cualquier voluntad de permanecer “en su comodidad”, como mencionó tiempo atrás el presidente Nasser Al-Khelaïfi.
“El que quiera quedarse en su comodidad, el que no quiera pelear, se quedará a un lado. La posición del PSG es clara: los jugadores que no formen parte del proyecto tendrán que irse. Algunos se aprovecharon de la situación, ahora se acabó”, planteó con indignación por entonces el líder del club en una nota con Le Parisien.
El arribo de Galtier sirvió para marcar esa línea de conducción. Un técnico sin concesiones que desde el primer día avisó que iba a depurar la plantilla y que impuso reglas claras de convivencia. El primer paso de la planificación se realizó cuando bajó del avión rumbo a Japón a Layvin Kurzawa, Julian Draxler, Georginio Wijnaldum, Ander Herrera y Rafinha.
El regreso a Francia durante las últimas horas no cambió los métodos e incluso los profundizó. Los cinco “indeseables” –como cataloga la prensa local a los marginados– que se quedaron afuera de la gira de pretemporada por Asia entrenaron en un grupo separado de los profesionales y en un horario distinto.
La sorpresa llegó cuando Kehrer se sumó a esa segmentación de los marginados, según informó el diario Le Parisien. El defensor alemán de 25 años, que arribó al club en el 2018 procedente del Schalke 04, trabajó con ese grupo conformado por marginados y mayoritariamente por “jóvenes profesionales”.
El futbolista de la selección alemana tiene contrato hasta mediados del 2023 e incluso fue uno de los que estuvo en la gira por Japón. El retorno al país lo puso en la puerta de salida, a punto tal que Monchi ya lo anotó al tope de la lista del Sevilla en la busca de sustitutos para Jules Koundé tras su transferencia al Barcelona, según adelantó el medio Relevo.
El reciente marginado no se subió este viernes al avión que llevará al plantel rumbo a Israel para enfrentar el domingo a Nantes en la definición de la Supercopa de Francia en el Bloomfield Stadium de Tel Aviv desde las 15.00 (hora Argentina). Tampoco lo hicieron los otros cinco relegados ni Hugo Ekitiké, uno de los tres fichajes. Sí lo hizo en cambio, Nordi Mukiele el defensor que firmó días atrás.
“Soy exigente, me gusta trabajar, pero sobre todo me gusta que los jugadores estén contentos. A través de nuestro trabajo y nuestra relación, quiero un vestuario feliz. Para eso creo que hay que reducir la plantilla, lo hablamos mucho con la dirección. No se puede tener toda una temporada de jugadores que apenas juegan. Son infelices Nos aseguraremos de encontrar el tamaño adecuado”, había anunciado Galtier en sus primeras horas como DT.
La realidad es que con estas seis modificaciones de la plantilla la nómina de profesionales se redujo también gracias a las salidas de Xavi Simons (PSV de Países Bajos), Alphonse Areola (West Ham de Inglaterra), Colin Dagba (cedido al Racing Club de Estrasburgo) y Ángel Di María (libre a Juventus de Italia).
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la oficina técnica también fichó hasta el momento al mediocampista portugués Vitinha, el defensor Mukiele y el atacante Ekitiké. Además del retorno tras su cesión en Sporting Lisboa del atacante español Pablo Sarabia, quien habría generado buenas sensaciones en el cuerpo técnico durante el paso por Japón. Todo esto sin contar el rumor cada vez más fuerte de una posible contratación a préstamo del mediocampista Renato Sanches.
“Tenemos 26 ó 27 jugadores aparte de los porteros, es enorme. Saldremos de esta temporada con 21 jugadores de campo y algunos jóvenes”, había anunciado el DT, dejando la puerta entre abierta para que la lista de marginados sea cada vez más grande.