Gabriel Hauche: la historia del delantero que tiene un “ángel especial”
Es el cuarto gol oficial que le marca a Independiente con la camiseta de Racing; “Creía que era un partido para él. Se merece todo lo que le pasa con la gente”, lo elogió Gago
Es el cuarto gol oficial que le marca a Independiente con la camiseta de Racing: los cuatro fueron en el primer tiempo (tres antes de los 10 minutos). Y casi siempre fueron tantos que trajeron triunfos: hizo el primero de un 2 a 0 en el Clausura 2011, el primero en un 1 a 1 del Apertura 2011, el 1 a 0 de la Copa de la Liga pasada y, ahora, esta chilena en el área chica para el 1 a 0 final. “Creía que hoy era un partido para él. Se merece todo lo que le pasa con la gente. Hizo un gol en un clásico, para el triunfo. Es un gol que va a quedar en la historia”, lo definió Fernando Gago en la conferencia de prensa posterior.
El golazo de chilena al Rojo
Lejos de las estadísticas oficiales, el mayor recuerdo que flota en el aire cuando se habla de los antecedentes con Independiente en los 169 partidos que lleva Hauche en Racing tiene que ver con un clásico de verano. En enero de 2014, cuando apenas iban 45 segundos de partido, dibujó una chilena espectacular para abrir el marcador. Esa pirueta tiene un significado especial en la mitad celeste y blanca de Avellaneda.
No sólo por el recuerdo aquel de Hauche en el verano de 2014. Uno de los goles más emblemáticos en la historia de la Academia es la chilena que le convirtió Juan Ramón Fleita a José Luis Chilavert, en 1993. Y en la historia de los clásicos quizá uno de los más recordados sea la chilena de Lisandro López, en el Libertadores de América, para igualar el clásico en el minuto final.
Hauche regresó al club en enero sin hacer demasiado ruido. Había dejado un buen recuerdo, con un título en 2014 y, sobre todo, sus goles al Rojo en una época en la que los clásicos le eran muy esquivos a Racing. Él estaba esperando esta chance, aunque sabía que a medida que se acercaba el final de su carrera le quedaba más lejos el regreso.
“En cada club que firmaba yo dejaba en claro que si aparecía la oportunidad de Racing yo pegaba un portazo. Es un deseo que tenía hace muchos años”, contó en una entrevista con TNT Sports la semana pasada. La salida de Argentinos Juniors tras una pelea con Gabriel Milito le hizo buscar una nueva aventura en Aldosivi, en el último tramo del 2021. Hizo cinco goles en 11 partidos en Mar del Plata. Y así se ganó el derecho a cumplir su sueño: volver a Racing.
El Demonio sabía que en su regreso le esperaba una tarea difícil: le tocaba ser una de las caras visibles de un plantel que debía restaurar su vínculo con los hinchas, después de un año con malos resultados deportivos y la salida de dos ídolos como Diego Milito y Lisandro López. Vaya sí lo hizo. Anotó en los dos clásicos ante Independiente, antes de que el reloj marcara los 10 minutos. Lleva cuatro goles y cinco asistencias en 16 partidos que jugó en el año.
Pero su aporte va más allá de los números. Cultor del perfil bajo, el delantero entiende a la perfección cómo funciona el mundo del fútbol. Sabía que por madurez y contexto necesitaba aportar algo más que goles y sacrificio en la cancha. La Academia sintió mucho su lesión en el semestre pasado, cuando pasaba su mejor momento. Hauche se lastimó cuando el equipo de Gago todavía le sacaba lustre al invicto. No estuvo en las tres eliminaciones. Racing lo extrañó. Y ahora lo disfruta.
“Nosotros sabemos lo que nos da Gabriel, que esté en la cancha le hace bien al equipo. Es una persona extraordinaria que se entrena con mucho profesionalismo”, lo elogió el técnico. En un horizonte que aparece sin Leonardo Sigali ni Eugenio Mena, sumado a la reciente ida de Nery Domínguez, Hauche parece llamado a ocupar ese lugar de referente.
Más allá de su poca notoriedad, el ex Argentinos sabe que tiene un ángel especial para estos partidos. Cuando se lo preguntan sonríe y recuerda que uno de los mejores goles de su carrera fue jugando para Temperley, ante Los Andes, como visitante. Le gustan los clásicos. Pero eso no lo mueve su humildad. “Estoy feliz por la victoria, feliz por este grupo, por poder aportar mi granito de arena. Racing encontró una manera de jugar y la sostiene todos los partidos, eso no es algo sencillo en el fútbol. Nos merecíamos esta alegría”, dijo el goleador, que se fue ovacionado de la cancha y también del vestuario: algunos hinchas lo esperaron allí para volver a corear su nombre.
El flojo partido que jugó Racing quedó como una anécdota ante la chilena de Hauche que definió el partido. En un Cilindro explotado, los hinchas y el plantel tuvieron el festejo que necesitaban después de un semestre anterior en el que se acumularon triunfos pero las manos quedaron vacías. La Academia festejó porque mira hacia atrás y ve que consiguió su quinto triunfo en los últimos seis partidos ante Independiente. Pero también sonríe cuando ve hacia adelante: con estos tres puntos, se mete en la pelea por la punta del campeonato, en el que la fecha que viene visita al Newell ‘s puntero. Por eso hubo fiesta en la mitad celeste y blanca Avellaneda. Todo por la chilena de Hauche.