Fernandinho, la “debilidad” de Pep Guardiola: es ídolo de Manchester City, pero volvió a su casa con una obsesión y tendrá a Estudiantes como primer obstáculo
El volante fue el refuerzo estrella del Atlhetico Paranaense que se medirá la próxima semana con el Pincha
Horas después, el propio Fernandinho ratificaba que tras nueve años en Manchester City (llegó en 2013), era el momento de volver a su casa, Athletico Paranaense, de donde había salido 17 años antes para jugar en Shakhtar Donetsk, de Ucrania. “Estoy realizando un deseo personal, sin dudas, cumpliendo el sueño de volver a vestir la camiseta de Athletico. Además, estoy estableciendo una marca, la de haber jugado en solo tres equipos, dos en Europa y uno solo, el de mi corazón, en Brasil”, sostuvo en su presentación oficial con el conjunto paranaense, ya en junio, y acompañado por el presidente Mario Celso Petraglia.
Fernandinho jugó hasta el momento 3 partidos con Paranaense: ante Atlético Goianiense (victoria por 4-1 en Curitiba) y Botago (derrota por 0-2 en Río), ambos por el Brasileirão; y contra Flamengo por la Copa de Brasil (0-0)
A pesar de que recibió propuestas económicamente más jugosas desde Europa, Oriente Medio e inclusive desde gigantes de Brasil como Flamengo, Palmeiras y Atlético Mineiro, Fernandinho nunca tuvo dudas sobre su futuro. Además, la llegada del volante se convirtió en una obsesión para Petraglia y toda la comisión directiva del Furacão, ya que el club de Curitiba pretende dejar su lugar acostumbrado de “equipo mediano” de Brasil para por fin ubicarse entre los gigantes del fútbol nacional y continental.
Desde su modernísimo estadio, Arena da Baixada, uno de los mejores de Sudamérica, y su estructura de primer nivel, con el Centro de Entrenamientos do Cajú, hasta sus finanzas al día, el rojinegro del sur de Brasil lo tiene casi todo para subir otro escalón. Sin embargo, estaban faltando figuras y un nuevo título de relevancia. “Fernandinho está cumpliendo el sueño de volver, y no fue fácil traerlo porque medio mundo lo quería. Pero pusimos todo nuestro esfuerzo porque para nosotros su regreso es fundamental, será una pieza clave en este salto de calidad que queremos dar”, explicó el presidente Petraglia.
Nacido en 1985 en Londrina, a 369 kilómetros de Curitiba, Fernandinho ya despuntaba como un talentoso líder en las “peladas” (picados) de la calle Roncador, en el barrio londrinense de Lindoia. Poco después, pasó a integrar las diferentes categorías infantiles del PSTC (centro de formación de futbolistas de Londrina) y, ya en 2001, fue captado por Athletico Paranense, donde debutó en 2003, con apenas 17 años. Con el club rojinegro llegó a disputar 83 partidos oficiales y anotó 14 goles, consiguiendo levantar el título del Campeonato Paranaense en 2005, antes de mudarse a Ucrania.
En su periplo europeo, Fernandinho formó parte del Shakthar que fue campeón de la Europa League 2009, ante Werder Bremen, de Alemania. El equipo ucraniano solía tener en su once inicial a cinco brasileños: Fernandinho, Luiz Adriano, Willian, Ilsinho y Jadson. En 2013 se marchó a Manchester City, de Inglaterra, donde se convirtió en ídolo tras ganar cinco veces la Premier League, seis veces la Copa de la Liga, una Supercopa inglesa y una Copa de Inglaterra. “Fernandinho es el capitán real de este grupo. Estoy impresionado con su postura en los buenos y en los malos momentos. Es un ejemplo para todos, inclusive para mí”, dijo Pep Guardiola sobre el liderazgo de Fernandinho en el equipo celeste. Para más datos, el londrinense se convirtió en el primer brasileño en levantar el trofeo de la Premier como capitán.
Protagonista y pieza clave de los equipos que conformó, Fernandinho cumplió casi una década como convocado inamovible del seleccionado mayor brasileño. Sin embargo, y tal vez de manera injusta, suele recordarse su paso por la Canarinha por sus flojas actuaciones en momentos clave. En la Copa del Mundo de 2014, tuvo una tarde de pesadillas en la histórica derrota por 7 a 1 ante Alemania, en el estadio Mineirão de Belo Horizonte; pero está claro que no fue el único que sufrió aquel encuentro. Inclusive, no hay un solo jugador de aquella selección que se haya “salvado”. En Rusia 2018, Fernandinho marcó un absurdo gol en contra, el del 1 a 0, en la eliminación brasileña a manos de Bélgica por 2 a 1.
Tras la derrota ante los europeos, Fernandinho y su familia recibieron amenazas de todo tipo. Por ese motivo, el mediocampista le pidió a Tite que dejara de convocarlo. Sin embargo, motivado por el propio entrenador, volvió a vestir la amarelinha pocos meses después y levantó el título de la Copa América 2019, ante su público. Un alivio con cierto gusto a redención.
Dejando atrás Manchester, donde el City lo despidió con un mural con su figura en el predio City Football Academy (también recibieron ese homenaje Sergio Agüero, David Silva y Vincent Kompany) y un documental, Fernandinho solo tiene la mente puesta en un objetivo, la Copa Libertadores, que se le escapó por poco en 2005, cuando con 20 años recién cumplidos fue titular en la final ante el São Paulo de Rogerio Ceni, Diego Lugano, entre otros. Para eso, en su plan de revancha, en los cuartos de final tendrá que superar al Estudiantes de Ricardo Zielinski.
Tan importante es el cruce del próximo jueves ante el Pincha que Luiz Felipe Scolari, uno de los técnicos que mejor conoce a Fernandinho, decidió preservarlo al no incluirlo en el importante partido de este domingo, ante São Paulo, en Curitiba y por el Campeonato Brasileño. “Mi cabeza está puesta en Estudiantes, lo confieso. En el Brasileirão estamos bien, con 31 puntos, eso nos da aire. Fernandinho ya puede hacer su valijita e irse a casa a dormir hasta el partido contra Estudiantes, no lo puedo arriesgar”, dijo Felipão en su última conferencia de prensa sobre el referente de 37 años.
Queda claro, entonces, que Estudiantes es el primer gran escollo de un objetivo común que comparten la dirigencia del Furacão, desde las palabras del presidente Petraglia; el cuerpo técnico, por las decisiones que toma Scolari priorizando la Libertadores, y todo el plantel rojinegro, empujado por la ambición y la sed de un referente, Fernandinho, que lo ganó casi todo en Europa pero decidió volver a su casa para saldar una deuda pendiente, que a su vez podría cambiar para siempre la historia de Athletico Paranaense.