F1 / Ahora sí que saltan chispas

Pelea entre Leclerc (2º) y Sainz (3º) con adelantamientos entre ambos y una defensa al límite de Charles. Verstappen gana el esprint y Alonso no toma la salida.

Jesús Balseiro
As
El rival es Verstappen, se supone, pero como el neerlandés se está dando un homenaje este fin de semana delante 50.000 compatriotas; el rival de Sainz es Leclerc, y viceversa. El esprint puso negro sobre blanco, o rojo sobre rojo, que la tensión competitiva de los dos pilotos de Ferrari existe. Eso no tiene por qué ser malo, al contrario. Algo enturbió la celebración de Silverstone, no se sabe muy bien qué, y en el esprint de Spielberg saltaron chispas porque pelearon en la pista con agresividad. Sainz le adelantó en la primera curva por el exterior, pero no se conformó el madrileño y le tiró el F1-75 a Mad Max por el exterior de la tres. Idea loable con resultado cuestionable: se abrió tanto que perdió la tracción, y en el interior recuperaba el puesto el monegasco.

Pronto se marchó tan lejos Verstappen que Leclerc se quedó sin DRS para defenderse de un Ferrari combativo. La presión parecía constante. En la vuelta seis, la más clara: Carlos se acercó en la recta de meta y apuró por dentro, con pequeño bloqueo incluido, en la vertical de la curva tres, la que más oportunidades ofrece en este fantástico trazado. Adelantó a su compañero con los frenos clavados. De camino a la cuatro, cuesta abajo, sucedió lo contrario: Charles se lanzó al interior con la moral herida y rebasó a Sainz, pero utilizó todo el ancho de la pista, de piano a piano, empujando hacia el exterior al vecino de garaje y dejándole prácticamente sin sitio. La típica maniobra que le puedes hacer a todos los pilotos de la parrilla, menos a uno.

Clasificación esprint F1 Austria 2022.
Clasificación esprint F1 Austria 2022.Fórmula 1

A partir de ese encuentro Sainz se descolgó a unos tres segundos de Leclerc y en ese orden acabaron el esprint que configura la parrilla de este domingo: Max, Charles, Carlos. No hizo falta dar órdenes de equipo, el esprint no merecía más. Aun sin adelantamientos, el español se cargó de razón: demostró que en Silverstone era más lento que Leclerc simplemente porque el DRS y los rebufos juegan un papel muy importante en la nueva F1. Si se quiere apretar al compañero y achuchar al garaje por la radio, se puede. Aquí nadie es más rápido que nadie, al contrario que en aquel otro caso de órdenes de equipo de 2010.

Tras la procesión, algo de competición: Pérez remontó hasta el quinto, detrás de Russell, y eso que había salido 12º. Hamilton rascó un punto contra Mick Schumacher, bonita pelea, después de participar en un accidente con Gasly. Vettel se fue a la grava, dañó su coche y no pudo acabar. Albon fue sancionado. Y Alonso… No tomó la salida por una avería irreparable en su Alpine que descubrieron antes de quitarle las mantas térmicas de los neumáticos, sobre la misma parrilla. Decepcionante, porque el ritmo era prometedor (fue cuarto en los entrenamientos). Y porque sale último a la carrera que sí cuenta.

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