EUROCOPA F. (1/2) | ALEMANIA - FRANCIA / Popp reclama su corona

Doblete de la capitana de Alemania, que suma seis tantos, para meter a su selección en su novena final.

Marta Griñán
As
Alemania no es un diez, pero todas sus jugadoras son un ocho. Y así se ha plantado en su novena final de la Eurocopa. No ha perdido ninguna. Alexandra Popp, que a sus 31 años disputa su primer campeonato continental por culpa de las lesiones, rescató a su selección cuando peor lo pasaba y, con un doblete, selló su billete para Wembley (18:00 horas) donde se enfrentará a la anfitriona Inglaterra. Nada pudieron hacer la potente Diani, que forzó el empate ‘bleu’, ni la revolucionaria Bacha, que fue la sensación de las suyas en la segunda mitad.

Voss-Tecklenburg dispuso a las suyas sobre el césped con su clásico sistema 1-4-3-3, en el que la novedad fue Jule Brand, que ocupó el lugar de Bühl, baja por COVID-19. Diacre hizo tres cuartos de lo mismo. No hubo premio para una Selma Bacha que dinamitó el partido de cuartos ante Países Bajos y apostó por su once más utilizado. Empezaba el duelo de estrellas.

Ordenadas y seguras de su fútbol, las futbolistas germanas mantenían una presión alta que asfixiaba a una Francia espesa en el centro del campo. Cascarino y Diani inquietaban en sus ataques, pero el resto de emparejamientos solían ser ganados por las de siempre: las alemanas. En el 19′, Magull probaba , de falta, a Peyraud-Magnin. Le salió demasiado centrado, así que Popp se pidió la siguiente. Dos minutos después, la capitana alemana obligaba a la portera francesa a lucirse para mandar el balón a córner. Había alguien que no quería faltar a su cita con el gol.

Y no lo hizo. Gwinn, Däbritz y Brand fabricaron una jugada deliciosa por la derecha que acabó con un centro perfecto de Huth para que Popp, con el exterior de la bota, pusiera el 1-0. Era el minuto 40. Renard llamaba al orden a las suyas, que acudían a la reunión improvisada con cara de susto. O espabilaban o no iban ni a competir. Lo hicieron. De la nada. A trompicones. Pero lo consiguieron.

Solamente tardaron cuatro minutos en rehacerse. Un robo en la zona de tres cuartos acabó con un balón a Diani en el pico del área: control, media vuelta y latigazo. El esférico se estrelló en el larguero y golpeó en la espalda de Frohms para acabar introduciéndose en la portería. 1-1. Tiempo de descanso.

Bacha, el revulsivo

Diacre sabía que tenía que cambiar algo y la sacrificada fue Malard. La delantera del Lyon cedió su puesto a Bacha, lateral en su equipo y atacante en Francia. Piernas frescas y sangre revolucionaria. No tardó en llevarse la amarilla por soltar el brazo. Tampoco en probar el disparo, que sacó con la cara Hendrich. La misma Bacha fue la encargada de poner un córner directo a la cabeza de Renard, que remató picado. Frohms se la encontró casi por arte de magia, pero la salvó, que es lo que cuenta. Francia asustaba en el 64′ y Alemania no sabía cómo reaccionar a ello. Un mal pase atrás de Hegering acabó en otra oportunidad de Diani. Las tenían.

Pero las dejaron vivas. Y en esas, apareció Popp, cuando su equipo más la necesitaba. Nadie ataca los balones en el área como ella. Dos pasitos para atrás, salto y adiós Mbock, balón a las mallas (76′). Alemania caminaba hacia su novena final. Nunca ha perdido ninguna. Inglaterra, como pedía su prensa, espera. Habrá dos mujeres en los banquillos y Wembley entregará la corona

Entradas populares