En línea ascendente

Sainz afronta la parte final de la temporada a 75 puntos del liderato. “Siempre he llegado a mi punto álgido en la segunda mitad”, dice en Sky Sports.

Carmen Ruiz
As
Solo hace falta cambiar el smoking por un mono rojo y el arma, por un monoplaza. Y a partir de ahí, se abren todas las posibilidades para Carlos Sainz. El madrileño está viviendo su mejor etapa en la Fórmula 1 a pesar de no haber encontrado su máximo potencial junto al Ferrari que han elaborado en Maranello de acuerdo a las directrices de la nueva normativa, pero ni siquiera ese detalle le ha impedido entrar en la historia del Gran Circo como vencedor de un Gran Premio. Con su victoria en Silverstone, el madrileño ya ha visitado todos los escalones del podio en el Mundial y ahora, el siguiente paso es continuar agrandando su palmarés con una corona… que no descarta asaltar en la presente temporada.

“Entiendo a los que dicen eso porque no ha sido el comienzo de temporada más fácil”, asume el propio Carlos en Sky Sports sobre si es el piloto indicado para luchar por el título, pero simplemente se trata de una comprensión que no ha interiorizado de cara a sus aspiraciones. El madrileño, cuarto en la general, se ve capaz de todo a pesar de los 75 puntos que le separan del líder Verstappen y por supuesto, tampoco renuncia a ser por segundo curso consecutivo el mejor piloto de Maranello a sabiendas de los 33 puntos que tiene Leclerc a su favor. Sainz tocó fondo en Barcelona, pero todos los problemas que se le acumularon hasta entonces, han tenido como resultado a un piloto todavía más fuerte que espera a su mejor versión.

Existe licencia para soñar. Al “buen trabajo en los últimos fines de semana”, hay que sumarle todos los imprevistos de fiabilidad que están salpicando a todas las escuderías y por supuesto, unos antecedentes que desvela Carlos: “Si nos fijamos en mi rendimiento en las cuatro o cinco últimas temporadas, siempre he funcionado más en la segunda parte. Así que, hay que esperar y ver lo que pasa”. Con los resultados en la mano, tan solo hace falta retroceder hasta un 2021 donde sumó tres de sus cuatro podios con Ferrari en la recta final del curso, al igual que ocurrió en un 2020 donde se estrenó en el cajón con McLaren.

El optimismo del madrileño nace de resultados que lo avalan, aunque se sigue manteniendo cauto ya que “todavía es muy pronto para vaticinar nada”. Pese a toda la progresión que ha experimentado durante los once grandes premios que se han disputado hasta la fecha, Sainz mantiene el mismo argumento que tras su “peor momento” del curso en Montmeló, aunque reconoce que no fue en la carrera de casa cuando vivió el punto de inflexión: “Fue en Mónaco, porque allí luchamos ya por la pole. También en Bakú luchamos por esa posición y luego en Canadá ya por la victoria”.

El siguiente paso tuvo lugar en Gran Bretaña con ese ansiado primer triunfo en el Mundial, pero con once visitas pendientes en el calendario (la de Paul Ricard es la siguiente en la lista para dar paso a la segunda mitad del curso) y 275 puntos en juego, Carlos está convencido de que su tope todavía está por llegar: “He ido poco a poco entrando en racha, pero no diría que estoy al cien por cien todavía. Creo que todavía hay cosas que mejorar, incluso en la carrera de Silverstone. Pero me siento mucho más a gusto y ese tope puede llegar pronto, en cualquier momento”.

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