El Racing feliz de este tiempo: otra vez le ganó a Independiente

La Academia se dio otra gran alegría contra Independiente. Volvió a ganar un partido importante con un Hauche clave y consolida su imagen y su presente.

Desde ya que Racing como club no debe conformarse. En su historia total, la Academia fue mucho más que esta levantada que lo alejó de todos los males. Pero no cualquiera sale de una quiebra, el legado de un gerenciamiento (bueno en una primera parte, sé que me lo van a discutir, y pésimo en la segunda), una promoción, y deudas por todos lados. La recuperación de la democracia fue el primer paso. Lo que se generó en 2014, el segundo. 

Dentro de estos años, los últimos ocho, que hasta podrían haber sido mejores, ya que en el medio hubo varios frentes de tormenta, Racing le ganó a Independiente en 2015 (1-0 con gol de Milito y 2-0 con goles de Bou y Romero para clasificar a Libertadores), en 2016 (3-0 por Lisandro y Bou), en 2019 (por Donatti, sobre todo, Lisandro y Zaracho, luego campeón), en 2020 (1-0 por el Chileno Díaz), en 2021 (1-0 con el indebido penal de Copetti) y las dos veces de 2022 (2-1 y 1-0 con protagonismo de Copetti y sobre todo de Hauche, que volvió a anotarse con una chilena como en el verano de 2014 o como Lisandro en el empate agónico de 2016). Vale aclarar que en 2018 no se enfrentaron y en 2017 ganó Independiente con suplentes, como también se impuso en idénticos años. Lo que se destaca es cómo Racing transformó en sonrisas lo que hasta hace no mucho tiempo eran penurias injustas o justas pero penurias al fin.

Hauche, con tres etapas en el club, sabe muy bien de qué se trata todo. Vivió los inicios de un intento de recuperación del club, la gloria y un retorno tan maduro como necesario. Un jugador clave en lo mental, con mucha vocación, futuro de entrenador y una cabeza a prueba de adversidades. Está hecho para el Racing de estos tiempos y su supremacía en los clásicos lo vive confirmando.

La Academia hoy tiene más plantel que su rival, menos problemas y muchas menos deudas. Ojalá, por el bien del fútbol argentino, se pongan de manifiesto cómo se fueron dando las culpabilidades para que un club tan ganador como Independiente exhiba este presente que no tiene nada que ver con su historia escrita. Hay que ser humanamente malo para haber puesto a Independiente así y, se sabe, esto no es sólo por la actual conducción.

Volviendo a Racing, que se supo ganador desde el vamos, y dejó a su rival en partido todo el segundo tiempo, lo que falta es hacerse cargo aun más de su superioridad. Lo pagó con Boca, se confió con River de Uruguay y Agropecuario, y hoy después del penal errado y la lesión de Vecchio se quedó. Ante un Independiente de más jerarquía pudo haber tenido un dolor de cabeza.

Dentro de todo lo positivo, vale agregar que este plantel volvió a ganar un partido de los importantes, entró otra vez en la discusión por la punta, Hauche está vigente y este plantel y cuerpo técnico merecen mucho bueno.

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