Cruel adiós de España
La Selección fue mejor que las anfitrionas. Esther adelantó a La Roja pero un gol justo antes del final bloqueó todo lo conseguido. En la prórroga Stanway remató a las de Vilda.
Antes de la debacle se vio una España entera, la mejor del torneo. Vilda apostó por sorprender poniendo en el once a Teresa Abelleira, que no había tenido ni un minuto en la Euro. Y con Carmona y Cardona, premio por su actuación ante las danesas. Eso podía ser arriesgado o descolocar a Sarina Wiegman, la mejor entrenadora del mundo. Jorge lo sabía, esta vez era todo o nada. Eso son los cuartos de final de una Eurocopa. El segundo asunto a tener en cuenta fue la grada. Con el himno inglés España empezaba perdiendo 1-0. Sin embargo, sorprendió lo bien plantada en el campo que salió La Roja. No podía permitirse más despistes. Eso sí, la intensidad de las inglesas cada vez que cogían el balón en el centro del campo asustaba. Stanway, Mead, Hemp, Kirby y compañía parecían trenes de alta velocidad con el esférico en los pies. La primera ocasión la tuvo White, pero por suerte su cabezazo se fue desviado. España no lograba sacar el balón de su campo. Asedio total. Por suerte, esta vez la línea defensiva estaba mejor que nunca. Ona, haciendo de guerrillera contra sus compañeras de club.
Mariona fue la primera que probó la portería de Earps con un disparo lejano. Un córner, una falta desde la izquierda. Poco a poco el combinado español fue sentando sus bases. Se llegó a hacer dueña del partido. Esther comenzó una lucha contra Bright, cosa que se antojaba complicada con el cuerpo de la defensora del Chelsea. En una de esas le dejó el balón de cara a Cardona, que probó a sorprender a la guardameta. Inglaterra dejaba espacios y ahí cogió el mando Aitana. España comenzó a triangular con Cardona, Mariona… Y Esther luchando contra el mundo. Podía decirse que era la mejor media hora de este equipo en el torneo.
Así es el fútbol de bonito que justo cuando España estaba con confianza llegó un gol de Inglaterra. Por suerte, fue anulado por fuera de juego. Llegó el descanso con todo por decidir, buena señal. Se estaba jugando con descaro, al ataque, sin complejos. El camino estaba allanado. Vilda decidió mover el banquillo sacando a Athenea por Cardona. La zaragozana había estado ‘a full’, ahora le tocaba dejarse la piel a su compañera del Real Madrid. Fue la de Solares la que salió más activa tras el descanso. Y esa intensidad le llevó en hacer la mejor jugada del partido. Recortó a Daly en el área para asistir a Esther, que no dudó en enviarla con la derecha al fondo de la red. El jugadón que iniciaron Mariona y Aitana (dos jugonas) en el centro del campo dejó silenciada a la grada, absoluta mayoría inglesa, del Community Stadium de Brighton.
Fue solo un minuto, porque desde ese instante se volcaron con las Lionneses. Esto iba a ser duro para España. El factor emocional estaba claramente del lado contrario. Con esas, las inglesas se pusieron a remar. Sarina removió el banquillo quitando sorprendentemente a las mejores jugadoras (Mead, White y Kirby). Sin embargo, fue Athenea de nuevo la que estuvo a punto de ampliar el marcador con un centro-chut que desvió in extremis Earps. Más tarde lo intentó Sheila.
Inglaterra tiró de épica y descolocó por completo a la defensa española (codazo incluido a Paredes) para que Toone rematara a placer. El castillo de arena que había fabricado España se derrumbó casi con el tiempo cumplido. A partir de ahí comenzó una guerra: la prórroga. Y esos escenarios no son nuestro territorio. No habían pasado ni dos minutos cuando Stanway le dio la vuelta a todo. Inglaterra volaba, España sufría hasta que salió Amaiur. La txuri-urdin lo intentó hasta la extenuidad. Pero no fue posible.
El destino volvió a ser injusto con esta Selección. España fue mejor que su rival y se marcha a casa con la cabeza bien alta. Demostró que puede plantar cara a cualquier rival y en cualquier escenario. Ahora toca levantarse y seguir remando, con más fuerza si cabe. El futuro seguro que le tiene guardado alguna recompensa...