Copa Sudamericana: Nacional fue más práctico y apagó en Santa Fe la esperanza copera de Unión
En los cuartos de finales, el conjunto uruguayo espera por Olimpia de Paraguay o Atlético Goianiense, de Brasil, quienes definirán su llave este jueves con el antecedente del 2-0 en el cruce de ida para el club de Asunción.
Aquella diferencia por 2 a 0 del cotejo de ida simplificó algunas cosas para el elenco que conduce Pablo Repetto. Pero Unión no las aprovechó. Se esperaba que el tatengue iba a ingresar decidido a descontar para luego, con un gol, intentar llegar a la igualdad y forzar la definición por penales. No sólo que no lo logró sino que terminó perdiendo. El sueño tatengue terminó con los dos aciertos ofensivos de su rival.
Ahora vendrán los reproches para un plantel de muchos jóvenes, pero muy corto, y para un director técnico que no logró acertar su planteo nada menos que frente al equipo que lo consagró como jugador y como técnico. Pero a pesar de esta eliminación, Unión tiene claro que el proyecto debe continuar. Hay que ver si Gustavo Munúa tiene ganas de intentarlo. Esta noche volvió a mostrar las falencias del martes anterior en Montevideo: no acertó en el área adversaria, ni en la propia. Y pagó un alto precio por todo lo que debió hacer y no pudo.
Enfrente, la experiencia fue la gran virtud que mostró el tricampeón de la Copa Libertadores de América. Curtido en batallas del fútbol sudamericano, salió a defender la ventaja lograda en el cotejo de ida. Es cierto, le dejó el dominio del balón a Unión, pero sabiendo que con el correr de los minutos iban a aparecer los espacios. El local se acercó, pero la tibieza de sus delanteros lo fue alejando del objetivo.
Unión salió para “comerse” la cancha. El propósito era presionar alto para ahogarlo a Nacional y aprovechar la velocidad por los laterales para comprometer a Sergio Rochet. Pero pasaban los minutos, el tatengue no podía superar el cuadro defensivo de su adversario, y lentamente el equipo uruguayo se fue animando y logró salir del encierro.
Zabala se acercó a Castro, Gigliotti se encargó de los centrales del local y Fagúndez estuvo abierto para recibir e intentar desacomodar los hombres del fondo que no salieron demasiado. De a poco, la experiencia de Nacional fue frenando el ímpetu tatengue. Roldán fue el más ordenado en el medio junto a Portillo, pero Zenón, que luchó más de lo que jugó por la izquierda, no estuvo preciso. Quedaba entonces el criterio de Luna Diale y la voluntad de Alvez. El goleador fue sintiendo la presión del juego y aunque parecía que volvía a resentirse de una lesión (desgarro) que lo marginó en los últimos 20 días, volvió para iniciar el complemento.
Ese fue otro error: en el descanso trabajaron para atenuar el efecto de la lesión, pero Unión perdió 12 minutos del complemento, cuando el delantero aceptó la decisión del banco y dejó la cancha. Ahí mejoró el funcionamiento rojiblanco, más aún cuando Brítez abrió el marcador. Pero cuando el cotejo exigía una disposición del local más sostenida en ataque, Ramírez se encargó del primer baldazo con agua fría, y ya deslucido, Unión no reaccionó y José Luis Rodríguez pudo nuevamente con una discreta respuesta de Mele para resolver la fase.
Algún tumulto del final, en la zona de los bancos de suplentes, provocó la expulsión de Brítez (que había sido relevado) y Unión deberá esperar el informe que reciba Conmebol porque seguramente habrá sanciones. Con más oficio en esta clase de duelos, Nacional cumplió y se adueñó de todo en Santa Fe.