Cómo un Ferrari ganador se hunde en el Mundial

Todos los incidentes que han lastrado a Leclerc y Sainz esta temporada: de Melbourne a Paul Ricard, errores, averías y fallos estratégicos.

Jesús Balseiro
As
Ferrari tiene dos grandes pilotos, un enorme monoplaza y un soberbio motor, pero la temporada 2023 está repleta de errores, problemas e infortunios para la escudería de Maranello. Leclerc tiene más poles (7) que podios (5) o victorias (3); Sainz ha alternado grandes actuaciones con abandonos por causas diversas. Y queda la sensación de que el F1-75, un coche que parece capaz de ganar campeonatos, está más lejos de lo que debería de Verstappen y Red Bull. El neerlandés tiene 63 puntos de ventaja sobre Charles y el equipo austriaco, 82 más que la firma de Maranello. Entre las razones, estos antecedentes durante la temporada. Solo se libraron en Bahréin (doblete), Arabia y Miami (doble podio) y Canadá (segundo de Sainz, remontada de Leclerc desde atrás).

Australia: en la grava. Leclerc arrasó, segunda victoria en tres carreras entonces, pero al otro lado del garaje todo fueron problemas. A Sainz no le arrancó el coche en la Q3 y eso le retrasó en la parrilla. Falló el volante en las vueltas de formación. Y falló el piloto en la carrera con un trompo que lo dejó atrapado en la grava. Abandono lamentable y cero puntos.

Ímola: demasiada ambición. Charles era cómodo tercero por detrás de los Red Bull, pero fue a por el segundo de Checo. Por el camino, tomó con demasiado énfasis un piano en la chicane y salió despedido hacia el muro. Tuvo suerte, solo cayó hasta la sexta plaza y pudo volver a la carrera. Antes, Carlos había abandonado por un toque de Ricciardo que le dejó encallado.

Barcelona: primera rotura. Leclerc lideraba la carrera con cierta solidez cuando su motor empezó a echar humo blanco. Abandono decepcionante. Sainz cometió un trompo en la curva cuatro que le obligó a remontar toda la carrera, acabó cuarto.

Mónaco: correr hacia atrás. Encabezaban la primera línea en un circuito donde no se puede adelantar y terminaron segundo y cuarto. Leclerc, desde la pole, vio cómo la estrategia le despojaba de cualquier opción de triunfo. Sainz pudo vencer, pero tuvo mala suerte con un doblado, Latifi, mientras Checo volaba antes de cambiar neumáticos.

El Ferrari de Sainz arde durante el GP de Austria.
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El Ferrari de Sainz arde durante el GP de Austria.

Azerbaiyán: doble cero. Un fallo hidráulico dejó fuera de combate a Sainz a las pocas vueltas cuando aspiraba al top-4. Leclerc encabezaba el grupo con la presión de los Red Bull, pero su motor dijo basta por segunda vez.

Silverstone: prioridades. Charles era primero delante de Sainz antes del coche de seguridad decisivo que relanzó la carrera con doce vueltas por delante. Pararon al madrileño, que con ruedas nuevas se comió a su compañero y ganó el gran premio. Pero el monegasco estaba vendido y terminó cuarto, cuando había sido el más rápido hasta entonces. Además, era uno de los pocos pinchazos de Verstappen esta temporada.

Austria: doblete o incendio. No se le dio mucha importancia porque ganó Leclerc, pero el motor de Sainz se incendió y en vez de festejar un doblete portentoso solo faltó llamar a los bomberos. El cuarto cero de Carlos en las doce carreras, un tercio de grandes premios se saldó con abandono.

Francia: falló Leclerc. Recordó a Vettel en Hockenheim 2018, sin el atenuante de la lluvia. Leclerc perdió el control por la zona sucia de la curva 11 en Paul Ricard y se estrelló, él solo, primero del grupo. Charles, tres ceros a estas alturas de la temporada.

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