Charles Leclerc: el cambio de humor en la Fórmula 1, del alarido en Francia a una sonrisa esperanzadora en Hungría
El piloto monegasco de Ferrari dominó los entrenamientos en el circuito de Hungaroring y se ilusiona con descontarle la ventaja a Max Verstappen, líder del Mundial
Todavía retumba el grito de Leclerc al estrellarse en Francia el domingo pasado y perder toda opción de puntos. “¡Ha sido otra vez el acelerador! Noooooooooo”. Todo se escuchó por la radio y generó escalofríos. Debió asistir al final de la carrera desde los boxes, con toda la bronca por no poder rubricar el trabajo del fin de semana con valiosos puntos, vitales para competirle al vigente campeón mundial, el neerlandés Verstappen, quien terminaría imponiéndose en la carrera. Leclerc está acostumbrado a los sinsabores del automovilismo y a ventilar sus frustraciones. En 2019, en el trazado de Bakú (Azerbaiyán), Leclerc lanzó otro grito, casi de autoflagelación: “Soy estúpido, soy estúpido. Lo eché todo a perder, perdón”. Estaba haciendo uno de los mejores tiempos en las pruebas clasificatorias. Y, al igual que hace unos días en Paul Ricard, un error lo arruinó todo.
Pero en la tarde soleada de Hungría su semblante cambió. El corredor de Ferrari dejó atrás aquella frustración y siguió adelante. Sabe que todavía tiene chances y que necesita llegar al receso veraniego que comienza la semana próxima con buenas sensaciones. Recargar baterías durante las próximas cuatro semanas le servirá para encarar el sprint final de la temporada más renovado. No puede darse el lujo de más errores. Verstappen es un viejo lobo de mar que aprovechará cada una de las ventajas que le brinde el piloto de Ferrari. Los 63 puntos de ventaja que le lleva son un gran colchón para revalidar el título.
En el lento trazado de Hungaroring, por lo pronto, el auto rojo fue el más veloz de todos. Leclerc clavó los cronómetros en un tiempo de 1′18″445 y mejoró incluso la marca que había establecido su compañero de equipo, el español Carlos Sainz, en la primera tanda de prácticas. Ya antes de salir a la pista en Hungría, Leclerc exudaba optimismo y daba a entender que lo que había pasado en Francia era tan solo un recuerdo. “Algunos pensarán que estoy loco y se que será difícil, pero voy a pelear por el título hasta el final porque todo es posible”, declaró el piloto de Ferrari.
Lo mejor de las prácticas del viernes en Hungría
“El domingo por la tarde tenía la moral por el piso y no pude dormir”, contó el monegasco de 24 años. Y añadió: ”No es fácil lidiar con estas situaciones, pero el lunes pude dar vuelta la página y enfocarme en esta carrera, en la que daré el 110 por ciento para ganar”, prometió. Y explicó el accidente en Paul Ricard: “El juego está abierto y si bien me compliqué un poco la vida el pasado fin de semana, creo que los errores se cometen cuando uno va al límite”. Luego, y antes de apretar por primera vez el acelerador en el circuito húngaro, Leclerc lanzó una advertencia para los que piensan que no puede ganar en Hungría: “El ritmo de carrera (en Francia) era bueno y seguramente lo será también en Hungría porque esta máquina es la más competitiva que conduje desde que estoy en la Fórmula 1. Es la más sólida y lo demostró en todos los circuitos. Aquí en Hungaroring creo que también lo será”.
Lo cierto es que detrás suyo se entrometió un McLaren (Lando Norris). Tercero quedó Sainz y recién en el cuarto puesto apareció Verstappen. ¿Es un indicio de la falta de velocidad en el Red Bull? Parece demasiado prematuro para saberlo, sobre todo porque las condiciones climáticas de este viernes(sol) no se repetirían ni el sábado (lluvias) ni el domingo. Así, los resultados parciales pueden resultar engañosos. Sí está claro que a nivel emocional lo ocurrido en Francia no parece haber afectado a Leclerc.
Los tiempos de la segunda sesión del viernes
El propio Verstappen se refirió el jueves a la transmisión de emociones de Leclerc tras su error en Francia. Ambos son grandes rivales contemporáneos y se conocen desde el karting. “Cada uno maneja eso (las emociones) de manera diferente. Algunas personas necesitan reflexionar. En ese momento uno todavía se encuentra un poco emocionado por lo que acaba de pasar y tal vez se torna demasiado sensible. Pero está bien, la gente debería estar sensible y mostrar sus emociones”, dijo Verstappen a la agencia AP. Y añadió, sobre el talento de Leclerc: “No hay duda sobre su rendimiento general y su ritmo. Es un piloto naturalmente hábil y eso siempre es algo para admirar. Personas que son naturalmente rápidas, que no necesitan buscar datos durante cientos de horas. Estos pilotos ya se destacaban cuando eran más jóvenes. Simplemente tienen un extra en comparación con otros”. Hungría será testigo de otra batalla Verstappen vs. Leclerc, el clásico de la temporada 2022 de la F1.