Braian Romero fue transferido de River a Inter de Porto Alegre
Pese a que sus números en líneas generales son positivos, el delantero tuvo dos caras en el club de Núñez
Con las llegadas de Miguel Borja y Pablo Solari, más el regreso de Lucas Beltrán anticipado de Colón, la continuidad de Romero en River iba a ser muy limitada. Tras un último semestre muy irregular, tras recibir una serie de sondeos del fútbol argentino y mexicano en el comienzo del mercado de pases, en las últimas horas apareció Inter acelerando a fondo por él con una propuesta seductora desde lo deportivo y lo económico. Y todo se resolvió con celeridad.
Así, según pudo saber LA NACION, el Colorado le comprará el 50% del pase -sería por un millón de dólares aunque no hay cifras oficiales-, le hará un contrato por dos años con posibilidad de extenderlo por uno más y lo inscribirá para jugar la Copa Sudamericana a contrarreloj. Por eso se dio el viaje inmediato de Braian para pasar los exámenes médicos y firmar antes del sábado 30, día en el que vence el plazo de sustitución en los cuartos de final del torneo continental. De esta manera, River conservará un 30% y Defensa y Justicia un 20%.
Hace un año, el Millonario le había abonado 2,5 millones de dólares al Halcón de Varela por el 80% del atacante de 31 años, que sumó dos títulos, 15 goles y cuatro asistencias en 52 partidos (28 de titular) en Núñez con 2.616 minutos. De acuerdo a los datos de Opta, desde su debut en julio de 2021, es el segundo futbolista con más goles y más remates al arco (39) entre todos los jugadores de River en todas las competencias.
Pese a que sus números en líneas generales son positivos, Romero tuvo dos caras en el club. Su primer semestre fue muy potente: debutó en los octavos de final de la Copa Libertadores pasada contra Argentinos Juniors con una asistencia en el Monumental y un doblete en La Paternal para ganar la serie. En total, en sus primeros seis meses, sumó 12 goles y cuatro asistencias en 1615 minutos repartidos en 26 partidos (18 de titular).
Pero, luego de una lesión muscular grado 1 en el aductor izquierdo que sufrió en el superclásico de octubre pasado, todo empezó a cambiar. Aunque volvió en buen nivel y con chispa goleadora, Gallardo comenzó a modificar el esquema por necesidad, pasó a jugar con la estrella Julián Álvarez como única referencia de ataque y el equipo funcionó cada vez mejor. Así, el número 19 comenzó a perder terreno, al punto tal que en 2022 sumó solo 1001′ en 26 encuentros (10 de titular) con tres goles.
Sus números del año marcan a las claras que el cuerpo técnico no encontró en él las respuestas necesarias como para darle otro tipo de continuidad. Ahora, relegado y sin tantas oportunidades de sumar minutos, Romero, que brilló en Defensa y Justicia, apuesta a fondo a la posibilidad de regresar al fútbol brasileño -ya jugó en Athletico Paranaense- para relanzar su carrera.
Quintero, seguido por Santos
En enero, el regreso de Juan Fernando Quintero deslumbró por completo al hincha como la gran estrella del mercado de pases millonario. Pero el número 10 colombiano no pudo hacer pie como pretendía en su vuelta al fútbol argentino y todavía sigue buscando su mejor versión desde el banco de suplentes. En ese contexto, con un elevado contrato en Núñez hasta diciembre, apareció Santos de Brasil con un firme sondeo para conocer condiciones e intentar hacerse con sus servicios. Pero la respuesta fue contundente: su deseo es seguir en River.
Con 710 minutos repartidos en 21 juegos (4 de titular), más cinco goles (cuatro de penal) y tres asistencias, Quintero es una de las grandes piezas ofensivas a recuperar por Marcelo Gallardo de cara al cierre del año. Pero, a futuro, será un tema crucial para la dirigencia: a fin de año tendrá que definir su continuidad. ¿Qué puede pasar? Tras elevar una demanda a la FIFA por incumplimiento de pago de Shenzhen, Juanfer está en condición de libre y a préstamo en el club, que tiene dos opciones de compra por el 50% (dos millones de dólares) y el 100% (cuatro millones de dólares). Así, en la CD aún no definieron cómo proceder y, aunque los números se pueden negociar, el futuro del 10 es una incógnita.