Austria avisa a las favoritas

Las de Irene Fuhrmann no dieron opciones a Irlanda del Norte y se jugarán el pase a cuartos de final en la tercera jornada. Los goles de Hickelsberger-Füller, en la primera parte, y Naschenweng, en la segunda, dan los tres primeros puntos a las austriacas.

Pablo Montaño
As
Era a todo o nada, y las austriacas se llevaron el premio. Los tres primeros puntos en la Eurocopa femenina. Ambas selecciones venían de perder en sus respectivos estrenos en el torneo ante Inglaterra y Noruega, pero las pupilas de Irene Fuhrmann partían como favoritas para llevarse los tres puntos ante Irlanda del Norte. Y así fue. Con mejor juego, mejores llegadas y, a fin de cuentas, dos goles, Austria consiguió un triunfo tan esperado como merecido. Noruega, que todavía tiene que verse las caras con la anfitriona, será el último obstáculo de las austriacas en el camino hacia los cuartos de final.

Austria, y nada más

Un minuto de partido y el plan a ejecutar por parte de ambas selecciones ya era palpable. El balón, para Austria. El trabajo defensivo, de las norirlandesas. Desde el saque de centro, las pupilas de Kenny Shiels no dudaron en ceder la iniciativa a su rival y basar su juego en los desplazamientos en largo. Algo que supieron aprovechar desde bien temprano las austriacas para generar ocasiones y mostrar su superioridad. Saliendo siempre desde atrás, con el apoyo constante de Puntigam a las centrales en las combinaciones en corto, Austria materializó su dominio con los primeros acercamientos sobre la portería de Burns. A través de Hickelsberger-Füller, una de las jugadoras más activas durante los primeros 45 minutos, las de Irene Fuhrmann rozaron el gol hasta en dos ocasiones: primero con un remate de cabeza desviado de la ‘18′ austriaca y posteriormente con un disparo de la delantera Billa, tras una buena jugada individual de la mencionada centrocampista de la banda derecha, que terminó estrellándose en el lateral de la portería norirlandesa. Austria estaba avisando.

Con Irlanda del Norte centrada casi exclusivamente en achicar balones del área e intentar, sin demasiado éxito, que la veloz Wade aprovechase algún error en la salida de balón de las austriacas para generar peligro a la contra, el tanto de las hoy locales en el St. Mary’s Stadium era cuestión de tiempo. Y este terminó llegando, como no a balón parado, a los 19 minutos de partido. Una falta mal botada por Puntigam desde el costado diestro, ya que apenas cogió altura, tocó en la barrera y el balón terminó cayendo en las botas de Schiechtl que, sola en el área pequeña, batió a placer a la guardameta norirlandesa. Las austriacas, alentadas por el 1-0, continuaron generando peligro a la selección de Kenny Shiels, especialmente con las conducciones de Hickelsberger-Füller y Dunst por ambas bandas. Y es que Irlanda del Norte, cada vez más hundida en su propio área, apenas puso oposición a las de Irene Fuhrmann durante la primera mitad.

Aunque el paso de los minutos y la disposición sobre el campo de las norirlandesas dio pie a que el ritmo tanto del partido como de las ocasiones fuera decayendo, Austria pudo doblar su ventaja pocos minutos antes de que la colegiada venezolana marcase el camino de los vestuarios. La portera visitante, presionada por hasta tres jugadores austriacas, trató de salir jugando desde atrás, pero regaló el balón a Dunst. El disparo desde fuera del área de la centrocampista austriaca tomó portería, pero Burns tocó el balón con la yema de los dedos lo justo para que este terminara estrellándose contra el travesaño, enmendando así su propio error.

Mejoría sin premio

Aunque las intenciones fueran las mismas, ni Austria estaba tan cómoda con el balón al inicio del segundo tiempo ni las norirlandesas estaban tan centradas en defender como en los primeros 45 minutos. Las de Irene Fuhrmann seguían siendo las claras dominadoras de la posesión, así como los acercamientos de Irlanda del Norte eran tan tímidos como aislados, pero el paso al frente que habían dado las hoy visitantes a la salida de vestuarios estaba dificultando la salida de balón de las austriacas, que tan plácida y fructífera había sido en los primeros compases del encuentro.

No obstante, a punto estuvo la guardameta norirlandesa, otra vez, de tirar por tierra a los 63 minutos la mejoría en las sensaciones experimentada por su equipo. La austriaca Dunst enganchó un balón en la frontal del área que, si bien iba directo a las manos de Burns, este se le escurrió de las manos a la portera en el momento de blocar. Por suerte, el disparo terminó yéndose por encima del larguero. Olvidado el susto, Irlanda del Norte aprovechó la relajación de las locales para generar algunas ocasiones de peligro. Superada la hora de partido, y tras una internada por banda izquierda de Kirsty McGuinness y un remate de cabeza tras saque de esquina que terminó marchándose desviado, las de Kenny Shiels parecían llevar el peso del partido.

Una versión distinta y mejorada a la del primer tiempo, algo que también le ocurrió a las norirlandesas en el primer partido del torneo frente a Noruega, que tampoco les sirvió para recortar distancias en el marcador. Todo lo contrario. El paso de los minutos, así como la introducción de varios cambios por parte de ambas selecciones, revitalizó a Austria, que terminó hundiendo nuevamente a su rival en su área hasta conseguir, poco antes del final del encuentro, la sentencia. Con el protagonismo de la posesión y las llegadas otra vez en posesión de las austriacas, una de las recién entradas fue la autora del definitivo 2-0. Un desplazamiento en largo perfecto de Puntigam desde su propio campo terminaría en un doblete de asistencias para la centrocampista austriaca. Naschenweng controló el envío de la ‘17′ de excelsa y, tras internarse en el área y zafarse de una rival con un recorte, superó a Burns con un disparo cruzado. Un resultado más que justo, ya que las de Irene Fuhrmann demostraron ser mejores que una aguerrida pero poco lúcida selección norirlandesa.

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