Agustín Rossi: el canto que generó sorpresa en la Bombonera, pidiendo para que siga en Boca un jugador que exige una mejora económica

El arquero fue clave para las últimas conquistas del Xeneize, pero su representante había salido a reclamar por que, según él, lo bajo que percibe de contrato

Boca vs Tigre. 22/05/22
Boca vs Tigre. 22/05/22Fotobaires

El aplausómetro va variando en su intensidad según el jugador. Jóvenes como Alan Varela, Luis Vázquez y, sobre todo, Exequiel Zeballos (el más pedido porque, de repente, Hugo Ibarra lo sentó en el banco desde que comenzó su labor como interino) se llevan importantes reconocimientos. Como el evidente nuevo capitán, Marcos Rojo. Se reducen cuando son mencionados nombres como Carlos Zambrano y Juan Ramírez, ahora titulares. Sin embargo, el aparato explota cuando aparece el arquero.

Es ahí cuando las palmas terminan rojas y el Nº1 levanta la mano hacia cada costado con más tranquilidad que nunca: ya no lo aplauden por el simple hecho de transmitirle confianza de cara al encuentro de turno, como sucedía en aquella primera época en el club (antes de ser cedido en 2019 a Lanús) en el que era un arquero al que le faltaba experiencia, sino que ya es consciente de que su meta personal en la institución parece -prácticamente- cumplida. Los penales atajados, claro, quedarán como su marca registrada.

No todo queda en un simple ruido. Porque, luego, se repitió la ovación que recibió ante los cordobeses: “¡Olé, olé, olé, Rossi, Rossi!”. Primer mensaje: entre tantas situaciones tirantes entre el plantel y el Consejo encabezado por Juan Román Riquelme, además de los malos rendimientos de muchos futbolistas, para el hincha es el más destacado de todos y el único merecedor de unos segundos de cariño.

Lo mejor de Boca ante Estudiantes

Y no fue todo. Porque hubo una especie de tercera ovación. O, quizás, fue la manera de advertirle a los laderos del vicepresidente Riquelme que aquella apuesta incorporada a comienzos de 2017 ya no sólo es una realidad, sino que -en consecuencia- puede irse del club. Es que son días en los que la finalización de su vínculo a mediados de 2023, la primera propuesta de renovación por parte del Consejo (finalmente rechazada) y la aparición pública de su representante, Miguél González, para referirse a la cuestión de una manera particular, evidentemente empezaron a preocupar a la parcialidad.

El “¡Rossi es de Boca, de Boca no se va!” fue unánime. Si bien el propio Riquelme suele sentenciar que “parece sentirse más cómodo a la hora de los penales (en el año lleva siete tapados, incluyendo las series desde los doce pasos) que durante los partidos”, desde las tribunas sienten plena seguridad. Entonces, la disputa en las oficinas: Rossi quiere hacer valer en los números la euforia que generan sus atajadas.

Agustín Rossi, cada vez más consolidado en el arco de Boca
Agustín Rossi, cada vez más consolidado en el arco de BocaPrensa Boca

Es decir, empieza el juego y el riesgo. El deseo de más desde un lado y el ofrecimiento menor al exigido desde el otro lado del escritorio. La sirena, por ahora, no suena, pero la posibilidad empieza a barajarse. Más aún si se repasan los jugadores que el Consejo no ha podido convencer mediante sus ofertas y terminaron dejando el club mediante la libertad de acción: el arquero puede llegar a ser un caso más si no hay acuerdos en las contraofertas. Según trasciende, el ‘1′ pide un salario similar a los más elevados que tiene el plantel.

También empiezan las presiones. Su representante se atrevió a asegurar que “Rossi cobra lo mismo que el cuarto arquero de Panamá”, acaso una de esas frases que al equipo de trabajo de Riquelme no le suele caer bien. Y más cuando mezclan la (buena) intención con la advertencia del reloj: “Agustín es hincha de Boca, su familia también y quiere seguir en el club, pero Boca tiene que decidir si quiere continuar con él o venderlo... porque Rossi puede negociar su pase con otro equipo a partir del primero de enero”.

Estudiantes rompió su valla con un triple cabezazo en el área (floja reacción defensiva), siendo el definitivo el potente de Jorge Morel, a los 30 minutos del segundo tiempo. En ese tramo final fue donde la visita reaccionó y, con ese descuento logrado, habrá hecho que Rossi se fuera del estadio con cierta bronca por recibir un tanto. Aunque también con la paz de que ya tiene ganada a la Bombonera.

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