Aerolínea venezolana contrató a una empresa boliviana para hacer el trayecto de otro vuelo cancelado entre Caracas y Buenos Aires
Conviasa, involucrada en el escándalo del avión venezolano-iraní, anunció una “operación especial” para responder a la cancelación de dos nuevos vuelos que unían Venezuela y Argentina
Así, en su cuenta de Twitter, la aerolínea estatal venezolana confirmó una “operación especial”, a través de la cual contrató a la aerolínea boliviana para hacer los vuelos 3550 Caracas-Ezeiza, de fecha 27 de junio de 2022; y el 3551 Ezeiza-Caracas, de fecha 28 de junio de 2022.
“Se informa a los pasajeros afectados por la cancelación del vuelo 3551 Ezeiza-Caracas, de fecha 28 de junio de 2022, que Conviasa ha realizado la contratación de los servicios de transporte aéreo de la aerolínea Amaszonas,C.A.”, informaron en un comunicado, junto a los nuevos itinerarios.
La compañía había reanudado sus vuelos “regulares especiales” entre Caracas y Buenos Aires el pasado 3 de mayo luego de tres meses, programando dos servicios mensuales que se realizan en Airbus A340-300 y A340-600.
Los vuelos a Buenos Aires están catalogados como “especiales” dado que Argentina no se encuentra en la lista de países autorizados con operaciones regulares desde y hacia Venezuela, según el sitio Aviaciónline.
Pero los servicios fueron suspendidos luego de que hace un par de semanas estallara un escándalo en Argentina cuando se retuvo en Ezeiza a un Boeing 747-300 carguero tripulado por venezolanos e iraníes, estos últimos señalados de tener vínculos con grupos terroristas.
Además, el problema pareció extenderse a otras partes de la región sudamericana. La misma compañía informó que los vuelos V03790 y V03791 que iban a unir las ciudades de Caracas y Santiago de Chile entre los días 29 y 30 de junio también fueron cancelados, por lo que otros centenares de ciudadanos venezolanos radicados en el país trasandino ya padecen los mismos problemas.
La aeronave de Conviasa que es protagonista de la polémica es un Boeing modelo 747-300M con matrícula YV3531, perteneciente a la empresa Transportes Cargo del Sur (Emtrasur), una filial de la compañía Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa).
Llegó a Argentina procedente de México el 6 de junio pasado, en una primera instancia intentó aterrizar en Ezeiza, pero debido a la niebla que hubo aquellos días, tuvo que ir al Aeropuerto de Córdoba y por la tarde sí se dirigió a la terminal internacional.
Según se conoció, el avión traía autopartes para la fabricación de asientos y panel de instrumentos para el modelo Taos, que la empresa automotriz Volkswagen produce en la Argentina, en su planta de General Pacheco, y que adquiere a través de la autopartista SAS.
El avión había sido comprado por Emtrasur a Mahan Airlines, una compañía aérea iraní. “La propiedad del Boeing 747 retenido en Argentina no tiene nada que ver con Mahan Airlines”, dijo Amir Hossein Zolanvari, un portavoz de esa aerolínea, en declaraciones a la agencia iraní IRNA. Además, agregó que no hubo un alquiler temporario: la propiedad total de la aeronave fue transferida a la empresa venezolana.
De acuerdo con las diferentes versiones, el avión no sólo ratifica los vínculos entre la dictadura chavista y el régimen iraní, sino que podría ser el escenario donde se gestaba una operación de inteligencia o espionaje en el país.