Tras las elecciones legislativas, Macron buscará construir una nueva mayoría en el parlamento mientras Le Pen se envalentona
El presidente francés se reunirá mañana martes con varios responsables parlamentarios, al tiempo que la dirigente conservadora señaló que el resultado es una “victoria histórica” y un “acontecimiento sísmico”
El Elíseo, sede de la presidencia gala, anunció esta noche que Macron se reunirá durante todo el día, desde las diez de la mañana y hasta pasadas las siete, con los principales jefes de filas.
Este martes, está previsto que se reúna con Christian Jacob, presidente de los conservadores Los Republicanos; Olivier Faure, secretario general del Partido Socialista; el centrista François Bayrou; el delegado general del partido macronista Stanislas Guerini; la líder de la ultraderecha Marine Le Pen, y el comunista Fabien Roussel.
El Consejo de Ministros, previsto para este martes, ha sido retrasado por las reuniones con los parlamentarios. Según la cadena BFM TV, las reuniones continuarán el miércoles para recibir uno a uno a todos los jefes de fila.
“Garante de las instituciones, el presidente de la República está determinado a actuar en el interés de los francesas y los franceses como depositario del mandato que éstos le han acordado”, indicaron en la cadena gala fuentes del entorno del dirigente, que ha permanecido en silencio tras conocerse el resultado electoral.
La segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas de este domingo dejaron una Asamblea Nacional sin mayoría suficiente del Gobierno o de la oposición, un escenario inédito en el que el presidente tendrá que negociar para poder gobernar.
La primera ministra Élisabeth Borne lo resumió claramente en la noche electoral: Francia vive “una situación inédita”. El Gobierno está en minoría pero la oposición está polarizada en la ultraderecha (con un inédito dato de 89 diputados) y la izquierda (con unos 130), por lo que tampoco podrá entenderse.
Varios altos cargos de la izquierda de Jean-Luc Mélenchon, que lideraba Nupes, la coalición de izquierdas que ha obtenido más de 130 escaños, como Adrien Quatennens, han llamado ya a la dimisión de Borne.
La regla no escrita que aplica Macron a sus ministros de que deben vencer en su circunscripción en las legislativas para seguir en el cargo, va a llevarse a varios ministros por delante. Además, en esta segunda vuelta, Borne ha vencido en Calvados frente a su contrincante, el izquierdista Noé Gauchard, pero con un discreto 52 por ciento.
En este primer día poselectoral se han visto además las fracturas de la coalición de izquierda: el llamamiento de Mélenchon a que los partidos que conforman Nupes permanezcan unidos para ser el principal grupo de la oposición y tener mayor peso ha sido ya rechazado por los responsables de otros partidos.
Mélenchon también parece haberse quedado solo en la posibilidad que planteó este lunes de lanzar una moción de censura contra el Gobierno de Élisabeth Borne a principios de julio, una vez que se conformen los grupos parlamentarios y arranque la actividad.
Pero para funcionar, esta moción debería ser respaldada por una mayoría absoluta, al menos 289 diputados, lo que parece poco probable.
“Esta no es una postura común en la Nupes”, dijo por su parte Faure tras conocer la voluntad de Mélenchon, planteada también por otros diputados como Eric Coquerel, de La Francia Insumisa.
La elección envalentonó a Le Pen
Francia se vio el lunes ante una Marine Le Pen eufórica después de que los candidatos de extrema derecha de su partido estremecieron a la clase política y contribuyeron a que la alianza centrista del presidente Emmanuel Macron no lograra la mayoría parlamentaria.
El sorprendente avance de la ultraderecha —junto con un aumento en el apoyo a los candidatos de extrema izquierda— socava el liderazgo de Macron, amenaza sus planes de aumentar la edad de jubilación en el país y reducir los impuestos, y redefine el panorama político de Francia.
El partido Agrupación Nacional de Le Pen no se llevó la victoria en las elecciones parlamentarias de dos vueltas que terminaron el domingo, pero sí obtuvo más de 10 veces los escaños que ganó hace cinco años.
Es un desenlace con el que Le Pen ha soñado durante mucho tiempo, el resultado de más de una década de trabajo para atraer a votantes de la clase trabajadora desilusionados y limpiar a su partido de su imagen racista y antisemita para que se le considere un partido como cualquier otro. Uno que Le Pen espera que pueda gobernar Francia algún día.
Fue apenas en abril que Le Pen perdió las elecciones presidenciales ante Macron. Pero ahora le tocó a ella alardear, ya que sabe que puede usar los escaños en la Asamblea Nacional para frustrar la agenda interna de Macron e incluso detonar una moción de censura.
Radiante de orgullo, Le Pen señaló que el resultado es una “victoria histórica” y un “acontecimiento sísmico” en la política francesa. Los grupos antirracistas rápidamente hicieron sonar la alarma por su agenda antiinmigración y antimusulmana.
El fuerte desempeño tanto del partido de Le Pen como de la coalición de Mélenchon —conformada por su partido ultraizquierdista Francia Insumisa, los socialistas, los Verdes y los comunistas— le dificultará a Macron implementar la agenda legislativa sobre la cual fue reelegido en mayo, que incluye reducciones de impuestos y el aumento de la edad de retiro de 62 a 65 años.
“Macron es ahora un presidente minoritario”, exclamó jubilosa Le Pen el lunes en Hénin-Beaumont, su baluarte en el norte de Francia. “Su plan de reformar el sistema de retiro está enterrado”.
Dijo que Agrupación Nacional buscará presidir la poderosa comisión de finanzas del Parlamento.
Agrupación Nacional, anteriormente llamada Frente Nacional, ha sido una fuerza política en Francia durante décadas. Pero el sistema de votación de dos vueltas le había impedido hasta ahora obtener grandes puntajes en las elecciones parlamentarias.
El partido de Le Pen ahora cuenta con suficiente presencia parlamentaria para formar un grupo formal en la Asamblea Nacional y pedir escaños en otras comisiones del Parlamento, entre ellas las de Defensa y política exterior.
La nueva Asamblea iniciará sus funciones la próxima semana.