Tigre le ganó a Unión con un golazo de Colidio y tras encontrarse en desventaja
El conjunto de Victoria se impuso 2 a 1 en Santa Fe
Quizá Unión hizo méritos para la igualdad. Pero las razones del resultado son simples: el tatengue se confundió esos pocos minutos del segundo tiempo y Tigre los aprovechó. El resto fue de un trato compartido de la pelota y del terreno. El tatengue tuvo posibilidades. Pero cuando eso ocurrió ya no estaba el uruguayo Alvez en el área adversaria. En cambio, el equipo de Victoria jugó sus cartas a tiempo. Eso también fue mérito de Diego Martínez y de los jugadores, que entendieron que ingresaban para hacer lo que hicieron.
El resultado no es mentiroso, como podrían explicar los tatengues. Tigre jugó el cotejo que más le convenía. No es culpa suya que el rival se acomplejara cuando el golazo de Colidio señaló el empate. En todo caso, la falta de personalidad quedó en evidencia.
La característica de la etapa inicial no sorprendió a los técnicos. Unión fue más incisivo, mejor predispuesto a ganar espacios cuando la pelota pasaba la zona de los volantes. Roldán, Portillo y Luna Diale fueron los puntos de referencia para que sumaran los arranques de Peralta Bauer y Alvez. Pero Tigre tuvo pasajes de adecuado control del trámite y hasta la primera ocasión para abrir el marcador.
El visitante mostró bien cuidada su salida pero el pase por el medio pero terminó tibio en ataque. Prediger fue el sostén de los volantes y Protti junto a Zabala intentaron más de lo que concretaron. Frente a Marinelli Alvez y Luna Diali concretaron pero en posición inválida. No fue mucho, apenas un aviso.
Pero todo cambió en el complemento, después de los 10 minutos que se demoró el arranque cuando la tecnología abortó el sistema empleado por el VAR. Recién a los 3 minutos del complemento Ariel Penel avisó a los capitanes que volvía a estar activo el servicio controlado desde Ezeiza.
El local no se equivocó; ocurre que los aciertos fueron del adversario. El golazo de Colidio encendió las alarmas en el tatengue, pero no tuvo tiempo de recuperarse. Lo que siguió fue una repetición de errores, tanto desde las variantes que realizó el técnico Gustavo Munúa como la forma que repitió para buscar cambiar su suerte.
Tigre no perdonó. Ese fue el mérito del cuerpo técnico y de los jugadores que apostaron a modificar lo que sucedía en el estadio tatengue. Tigre arrancó bien, por lo difícil que siempre es para cualquiera visitar el “15 de Abril”. Tiene que convencerse que puede. Unión también tiene que convencerse que puede. Siempre y cuando entienda que no hay que dormir la siesta.