Ter Stegen, bajo sospecha
Muy poco para Ter Stegen, del que quedan lejos aquellos tiempos en los que exigió al club ser uno de los porteros mejor pagados del mundo, al nivel de Alison y Oblak, para ampliar su contrato. Ahora, y después de diferir parte de su sueldo en la renovación que firmó durante la pandemia, el club desliza que debe bajarse de nuevo la ficha. Más allá del detalle, que afecta a más compañeros de su equipo, las dudas con Ter Stegen tienen que ver con su bajo rendimiento deportivo. Aunque Xavi lo protege en sus comparecencias públicas y también off the record, y da mucho valor a que el juego de pies de Ter Stegen sea de los mejores de LaLiga, el alemán no ha sido bajo palos el portero que se esperaba en los últimos años. Y hay voces en la junta directiva que no son tan condescendientes y que consideran desde el final de la temporada pasada que habría que haber encontrado una salida para el ex guardameta del Gladbach. De hecho, hubo un momento en el que Laporta se lo planteó cuando Mino Raiola le ofreció a Donnarumma. No cuajó porque por el alemán no llegaron ofertas y el italiano era inaccesible económicamente.
A Ter Stegen, como a todos, no le gusta que le critiquen. Durante la temporada pasada, en febrero, se sentó desafiante delante de los periodistas en la sala de prensa del Stadio Diego Maradona de Nápoles. “Hay gente que ha escrito cosas para echarle más gasolina al fuego. Sois así y lo entiendo. Pero yo lo veo todo. Vosotros no lo veis; y estoy haciendo cosas bien”. El alemán se había sentido atacado cuando se le preguntó por el estado de su rodilla derecha, que ha sufrido dos operaciones. “Tengo tanta responsabilidad con este club y conmigo personalmente, que si se diese ese caso no podría jugar”, solventó el asunto.
El caso es que Ter Stegen, que se había ganado un crédito ilimitado durante años, ya no es indiscutible. Se le ha empezado a mirar con lupa y, admitiendo el nivel de crítica feroz que han tenido que asumir los capitanes (Piqué Busquets, Alba), que han tenido un mejor nivel que él en el curso que acaba, parece lógico. El portero asegura que las lesiones son pasado. Con 30 años, siendo portero, está en un momento inmejorable para disfrutar del mejor momento de su carrera. Pero para eso debe echar la cinta atrás y reencontrarse con el portero que impresionó en sus inicios y que se vio con la fuerza necesaria por sus méritos, para plantear un órdago en el club. En 2016 ganó él y Bravo terminó traspasado al Manchester City. Eran otros tiempos. Su popularidad ya no es unánime.