Sorpresa y desencanto en Central con el equipo de Tevez
La ausencia de Retegui -al menos por ahora- y la falta de movimientos en el mercado mantienen alerta a los dirigentes, que esperaban otra cosa.
Desencanto. Sorpresa. Fastidio. Todas esas sensaciones son las que tienen los dirigentes de Central después de que el Chapa Retegui se bajara -al menos por ahora- del proyecto Tevez. Es que cuando Ricardo Carloni -vice a cargo de la presidencia- y el Mono Gordillo -director deportivo- tuvieron las charlas con Carlitos y su grupo, cuando armaron los contratos, Retegui nunca estuvo en duda. Por eso, y porque los acuerdos que se firmaron abarcan mucho más que la dirección técnica de Primera -incluyen Reserva, Inferiores y hasta cuestiones sociales-, la marcha atrás de Retegui cayó como una bomba.
Carloni, particularmente, siente que quedó expuesto en la conferencia y en las notas que dio, en la información que le pasó a la Comisión Directiva para que pudiera aprobarse este proyecto integral, y que esta desprolijidad puede costarle cara. Más allá de lo que potencialmente sean, de lo que se prepararon para este momento, los hermanos de Tevez no pueden cubrir el hueco que significa la ausencia de Retegui, un DT campeón olímpico en hockey con amplia experiencia en manejo de grupos y en diseño de estrategias, por ejemplo.
La otra cuestión que tiene inquietos y expectantes a los dirigentes canallas es el escaso movimiento en el mercado. La principal razón para elegir a Tevez, al margen de lo que significa su figura a nivel global y del enorme golpe de efecto que se dio en la ciudad, es que su llegada iba acompañada de refuerzos que serían aportados por dos agentes pesados como Christian Bragarnik, el empresario que acercó a las partes, y Adrián Ruocco -representante de Tevez. Pero los días pasan, el cierre del mercado se acerca y todo está demasiado quieto. Muchos se sorprendieron con las declaraciones de Carlitos en las que manifestó que "primero quiere conocer y evaluar al plantel" antes de pedir refuerzos. Los dirigentes saben que se necesita jerarquía -de hecho estaban reunidos con Bragarnik en busca de jugadores cuando el empresario les propuso conversar con Tevez- y creen que no hay tiempo que perder. El equipo está mal en la tabla, arrastra una seguidilla de malos resultados -incluido el clásico- que ya barrió con Somoza y la tabla de promedios de la próxima temporada no da tregua.
Tanto se habló de los refuerzos en las reuniones que hasta quedó establecido que Central no se haría cargo de pagar préstamos de los jugadores que llegaran ni comisiones a quienes los acercaran sino sólo el sueldo. Y todavía no llegó nadie. Y para el debut faltan horas. Y la molestia crece. Y hay ruido por todos lados porque la elección de Tevez dejó heridas. Por caso, Vitamina Sánchez tenía todo arreglado. A él había ido a buscar la CD, con el presidente -en uso de licencia- Rodolfo Di Pollina como mentor, cuando surgió la chance de contratar a Carlitos. Tan avanzado estaba lo de Vita que hasta se comunicó con los directivos para decirles que aceptaba la propuesta y lo frenaron en seco. No en vano su representante, Ricardo Schlieper, tuiteó ayer un sugestivo: "Cada vez más demostrado que los improvisados solo pueden improvisar". A Schlieper le habían dicho, poco antes de arreglar con el Apache, que "Vitamina es el candidato más fuerte" y que ningún otro técnico que pudiera llegar sería "alguien sin experiencia".
Pasaron horas desde el hervidero que fueron la llegada y la asunción de Tevez. Faltan horas para su debut como entrenador. Ya hay un cortocircuito. Y música de suspenso. ¿Qué pasará?
