Racing: en menos de un mes pasó de la ilusión a quedarse (casi) con las manos vacías
La frustración se repite tras haber quedado eliminado antes de lo esperado en la Copa de la Liga, la Copa Sudamericana y la Copa Argentina
¿Con una sola competencia cómo hará el entrenador para manejar un plantel que en algunos puestos parece tener muchos nombres para una sola competencia? ¿Cómo convivirán en la cancha Edwin Cardona y el hasta ahora único refuerzo Emiliano Vecchio, dos futbolistas que Gago imagina en diferentes posiciones pero que al cabo tienen características similares? ¿Seguirá insistiendo el DT con la necesidad de refuerzos aunque sólo juegue un campeonato? Finalmente, Johan Carbonero está a un paso del acuerdo. ¿Habrá más bajas, como la de Benjamín Garré que salió a préstamo a Huracán esta semana? Preguntas para las que el único que tiene respuesta es el propio Gago, al que no le sobra el tiempo en este calendario apretado por el Mundial de Qatar. Al mercado de pases argentino aún le queda casi un mes: se mantendrá abierto hasta el próximo jueves 7 de julio.
En la previa de la semifinal ante Boca por la Copa de la Liga, la dirigencia de Racing dio a conocer la idea de renovar el contrato de Gago, que vence a fin de año, hasta diciembre de 2023. La extensión implicaba también que el DT tuviera más atribuciones en la estructura de fútbol del club. La intención, claro, sigue firme. El entrenador ya dio el visto bueno, aunque admitió que aún faltan detalles. La sensación térmica en Racing no es la misma que en mayo. Y el ex mediocampista de la Selección sabe que, tras estas derrotas, tiene menos muñeca para negociar. De todos modos, la expectativa del presidente Víctor Blanco sigue siendo anunciar la renovación en las próximas semanas.
Si la eliminación por penales ante Boca había terminado con una cortina de aplausos que bajó desde la tribuna de Racing, las últimas dos caídas tienen otro peso, con la lógica de que la acumulación de tropiezos hace que aumenten su capacidad de daño. “Es un golpe que nos tiene que servir a futuro como aprendizaje. Hicimos mucho, pero tenemos que dar más”, había asegurado Gago el jueves pasado, en la conferencia de prensa previa al inicio del torneo, en relación a la salida de la Sudamericana. La frase venció antes de cumplir una semana.
Es que este miércoles ante Agropecuario, la Academia jugó un partido casi idéntico al que había hecho ante River Plate de Uruguay. Lo demuestran las estadísticas de Opta. Los números ante los de Carlos Casares: 25 remates (11 al arco), 74,9% de posesión y apenas cuatro remates concedidos. Y contra los de Montevideo: 28 remates (12 al arco), 74,2% de posesión, sólo cuatro remates concedidos. Datos casi calcados.
También hay otros indicadores que tienen más que ver con la subjetividad. En ambos partidos el jugador señalado por su ineficacia fue Javier Correa. Ante River, el cordobés jugó porque Enzo Copetti estaba sancionado. Su inclusión en Jujuy, a 20 días de que venza su préstamo con el club, ya sin negociación posible con el club dueño de su pase y con Copetti a disposición, parece más difícil de comprender. “Que juegue Javier fue una decisión mía, quería que juegue él”, dijo Gago, que eligió mostrarse mesurado ante los micrófonos: “Tuvimos dos errores que nos costaron caro, pero creo que el equipo estuvo bien. Nos faltó meterla. Merecimos más. La única forma de mejorar es darle más herramientas a los chicos y seguir trabajando. Tuvimos situaciones pero la pelota no entró”.
En el vestuario y en el viaje de regreso en avión la bronca del cuerpo técnico sí se hizo sentir. El mensaje no fue el mismo que hacia afuera. Es que lejos de aprender, Racing tropezó dos veces con la misma piedra. Por eso la caída hiere tanto, además de que es más doloroso caer desde tan arriba: a mediados de abril la Academia conseguía la mayor racha de triunfos consecutivos (11) en la era profesional para el club.
La eliminación por penales ante Boca
A este mismo grupo le había tocado perder dos finales en 2021, con Juan Antonio Pizzi como entrenador: 0-5 ante River por la Supercopa Argentina, en Santiago del Estero, y 0-3 ante Colón por la Copa de la Liga, en San Juan. Estos tres golpes en 25 días reabren aquella viejas heridas. Ahora, tanto el plantel como el técnico saben que para este torneo ya no alcanzará con competir, uno de los latiguillos de Gago, sino que habrá una obligación de buscar el título hasta el final.
La única buena noticia en este contexto gris parece ser que el próximo partido es en condición de visitante, en Mendoza, ante Godoy Cruz, el próximo domingo. El malestar se habría hecho sentir en el Cilindro. “Explicarle al hincha es muy difícil. Por una cuestión lógica: ellos quieren ganar. Nosotros también. Duele. Seguiremos con el torneo”, dijo Gago, que sabe que el equipo deberá revertir su imagen con la gente tal como lo hizo a comienzo de año. Ese es el mensaje que buscará contagiar en estos días de caras largas: “Lo anímico, lo físico y lo futbolístico. Hay que trabajar en todos los aspectos”.