Racing debe ganarle a Racing

Perdió confianza y credibilidad, bajaron los rendimientos, entró en la irregularidad y encima no le sale una. La Academia tiene que volver a ser lo que era.

Juan Pablo Marrón

TyC

Se corta la mala racha de Copetti en el torneo, pero se va Nery Domínguez. Se recupera Hauche y se entrena a la par, pero baja el rendimiento Mura. Arreglan Carbonero y Maxi Romero, pero ahora Chila Gómez no está atajando espectacularmente como lo hacía. Rojas vuelve a levantar su nivel después de haberse lesionado cuando estaba levantando su nivel, pero se lesiona de nuevo, cuando lo estaba volviendo a bajar. Se le gana a Huracán, se pierde con Godoy Cruz. Se le gana a Vélez, se pierde con Gimnasia. Y así es este particular momento de Racing. Guiado entre la irregularidad y los contrastes de haberse perdido en un camino que parecía directo al éxito y ya se llenó de nieblas, dificultades, falta de gasoil, cortes, malhumor y no sabemos bien para dónde va.

En La Plata no lo ayudó la actuación del árbitro, tampoco se ayudó a sí mismo. Y todo, absolutamente todo, le sale muy caro. Racing no puede equivocarse. Por cada error recibe un gol y tiene cero suerte en el arco de enfrente, aunque ahora, desde la total honestidad, ya no crea veinte situaciones por partido. Con Gimnasia, si tuvo tres, es mucho.

Tiene bajas, tiene el lastre de lo que le pasó en el cierre del primer semestre, tiene la fama bien ganada de buen equipo y tiene las dudas del que pasó por al lado de la gloria, casi la besa, se tropezó, quedó lejos, intentó levantarse y quedó mal parado.

Racing también tiene carencias. Le falta, como mínimo, un central. Tal vez otro delantero, más allá de los dos que sumó. Y necesita, de manera urgente, recuperar los niveles ganados que están volviendo a bajar. Además de levantar los que casi nunca estuvieron a la altura del talento y el costo como Edwin Cardona, quien está encendiendo fuertísimas reprobaciones y debe ponerse bien para jugar. No hay más excusas ni tiempo. Ni para él ni para la decisión técnica de sus ingresos, cuando aun el perjuicio es más alto que el beneficio. En todo sentido y a todo nivel.

El domingo, con Aldosivi, en Avellaneda, en el contexto en donde habrá algunos gritos de protesta si la cosa no sale de inmediato y ovaciones bien ganadas para Nery Domínguez, el jugador por el que todo el público reprobó su no renovación, a este grupo no le queda otro resultado que no sea el triunfo. Un triunfo más que necesario para sostener su pretensión, para recuperar la lucha hasta el final que debe dar al jugar un solo torneo, por las opciones que tiene un plantel al que le queda muy mal tener seis puntos de 12, y sobre todo, por la gran diferencia con el rival que manifiesta urgencia por la permanencia, los cero refuerzos y la espera por un entrenador oficial. Desde ya que nada está escrito. Es fútbol. Pero las equivalencias son mínimas.

En lo previo, Racing estaba arriba de Gimnasia y perdió más por Racing que por Gimnasia, sin abaratar las cualidades y el mérito tripero. Ahora deberá ganarse a sí mismo primero, a todos los problemas que viene heredando post Boca después y recién ahí al Tiburón. Para empezar, por fin, a salir de un lugar que le está quedando muy incómodo, que lo expone, que hace que se lo mire medio de reojo, que le está quitando credibilidad, que empezó a dar la sensación de que ya no es lo que era, que no lo tiene bien parado y que no tiene nada que ver con lo que supimos ver de este equipo. Hay que salir de ahí Maravilla.