¿Puede Piñera ser acusado constitucionalmente en Chile?
Hoy, para Chile el tema no es tanto avanzar hacia una transición a la democracia sino hacia un democracia de mejor calidad
¿Hasta cuándo? Hasta 6 meses de “su expiración en el cargo”, es decir, el 11 de septiembre.
¿Por qué se le podría acusar? Por actos “que hayan comprometido gravemente el honor o la seguridad de la Nación, o infringido abiertamente la Constitución o las leyes”.
¿Dónde? Se acusa en la Cámara de Diputados y se juzga en el Senado, que actúa como Jurado al votar.
Si la letra de la norma es clara en torno a su responsabilidad, ¿cuál sería el beneficio para el país y la sociedad? Uno muy importante, saber lo que ocurrió entre la aparición de la violencia en octubre y el acuerdo político para la convención constitucional en noviembre 2019, ya que, para la etapa posterior al plebiscito, gane el Apruebo o el Rechazo, se necesita conocer lo que ocurrió y el porque de las decisiones que se tomaron. Si gana el apruebo o el rechazo se necesita esa información para lo que hoy no existe, en el sentido de un gran Acuerdo Nacional para reformar, ya sea lo que sale de la Convención o para modificar normas que simplemente ya no son aceptables para una buena cantidad de ciudadanos en el Chile actual.
En la actuación de Piñera puede haber razones muy valederas y estoy seguro de que existen, pero para el futuro del país es necesario conocerlas al igual que las de los congresistas que abdicaron en esta Convención sus facultades constitucionales. Hoy, solo especulamos, y nada sano se puede edificar sobre esa base tan débil, y creo que esta acusación sería el mejor camino para conocer. No solo es impecablemente democrático, sobre todo con un Congreso recién electo, sino también, republicano e institucional.
¿Se va a hacer o puede ser aprobada? No, a pesar de sus ventajas no creo, ya que esta acusación no es solo un acto jurídico, sino, sobre todo, un hecho político, y han cambiado varias correlaciones de fuerza, y hoy, concentrados en el plebiscito, ni las fuerzas gubernamentales ni aquellas de similar orientación, creen que los puede beneficiar. Tampoco lo creen fuerzas de centro, derecha, o centro izquierda.
En lo personal, creo que tiene escasas posibilidades de prosperar, a pesar que hoy no produciría ninguna desestabilización del país, diferente a lo que podría haber ocurrido y quizás logro evitarse con ese acuerdo, al convocar a la Constituyente, ya que la violencia pudo haber precipitado una crisis quizás terminal, y que hubiera engullido a los otros poderes del Estado, Fuerzas Armadas, sociedad civil y un largo etcétera, quizás un símil a lo que ocurrió en 1973, donde la acción subversiva contra un mandatario no querido por una cantidad apreciable de chilenos, precipito la destrucción del propio sistema democrático. Uso el “pudo” porque en verdad no sabemos.
Hoy, nada de eso, y el peligro puede estar en lo que van a votar en el plebiscito los ciudadanos, pero no en una acusación constitucional, no una acusación de estas características.
Creo que no sería distinto a lo que ocurre con las querellas ante la Justicia, donde no se logran resultados inmediatos, a veces ni siquiera sanciones para nadie, pero cumplen un gran objetivo para la vida en sociedad, que se sepa la verdad, trasparentar los hechos. Esta acusación sería el equivalente político.
Además, hoy existe un problema para la democracia en muchas partes del mundo, que es el acobardamiento de los demócratas ante las ofensivas y los hechos consumados de no demócratas, y ahí siempre el seguro más eficiente es que haya claridad y no obscuridad, toda vez que la democracia está recibiendo demasiados golpes, y no solo de lo que ocurría con los golpes militares en el siglo pasado, sino hoy con la toma del poder desde el interior de los propios sistemas por fuerzas autoritarias. Necesitamos por lo tanto saber y conocer, para defender a la Democracia, como el mejor sistema de gobierno conocido.
Hoy, para Chile el tema no es tanto avanzar hacia una transición a la democracia sino hacia un democracia de mejor calidad, por lo que para el futuro necesitamos tener respuestas a diversas preguntas claves, como si efectivamente estuvo en peligro la democracia; si hubo intervención desde el extranjero, y si fue relevante o solo marginal; si las fuerzas armadas se negaron a intervenir como tales; y porque en definitiva, existiendo un acuerdo mayoritario de fuerzas políticas representadas en el Congreso, porque se adoptó el camino de hacerlo con una Convención en la que participara gente nueva y no congresistas. Por cierto, que lo último fue una decisión de los votantes y abrumadoramente mayoritaria, pero desconocemos oficialmente lo que condujo a ese plebiscito.
Es indudable que el mecanismo de la acusación constitucional esta muy desacreditado, y ello, en no menor medida se debe al uso y abuso que se ha hecho de ellas, sobre todo contra ministros, entre otros, por el Frente Amplio del Presidente Boric, en que rara vez se ha cumplido con el propósito probablemente porque no se cumplía con los requisitos legales, que si existen indudablemente en este caso, donde no está aclarada la difundida razón que al menos Piñera habría actuado así para salvar su cargo o futuras acusaciones de violación a los derechos humanos.
En ese tema tan sensible, si existió una manipulación y abuso con la presentación de denuncias contra Piñera ante distintos organismos, incluyendo la Corte Penal Internacional, donde no podían prosperar, por lo que solo fue un arma de lo que se conoce como lawfare, es decir, la palabra en inglés que se refiere a la guerra o guerrilla legal, no para justicia sino solo para desacreditar al adversario.
De lo que no hay duda, es que bajo su gobierno la democracia fue afectada como sistema de normas, toda vez que hubo renuncia a una función tan básica como la del monopolio legítimo de la fuerza, incluyendo la imposición del respeto a la ley y la garantía del orden público, con graves resultados de todo tipo.
Para Chile existe la necesidad de volver a tener lo que hoy se carece, originalmente por abusos de la dictadura, pero que hoy se necesitan, ya que el Estado no cuenta hoy con servicios de inteligencia dignos del nombre para la conducción del país, por ejemplo, para haber anticipado el estallido de violencia.
Como conclusión, esta Acusación podría tener la importancia de abrir el tupido velo de lo que ignoramos como país, sanar algunas de nuestras heridas, y así poder pensar en reformas para una mejor sociedad y democracia que la que se tiene.