Ni Rice salvó a Inglaterra del empate
El notable partido de Rice no sirvió a los ingleses para romper la igualdad con la azurra, con tres puntos más en la fase de grupo y mejores sensaciones.
Un Molineux que recibió a los Three Lions con 3.000 niños en las gradas, los únicos con permiso para entrar al estadio, prácticamente vacío después de la sanción de la UEFA por los disturbios en Wembley en la pasada Eurocopa. Otro obstáculo para la selección de Southgate, que por primera vez en este parón apostó por las rotaciones y dio la alternativa a Ramsdale, Tomori, Ward-Prowse y Tammy Abraham. Pero ninguna de las novedades en el once de Inglaterra superó a Italia, mejor plantada en el campo en los primeros minutos, aprovechando la fogosidad de Di Lorenzo por el carril derecho.
Inglaterra hacía aguas por ese costado, defendido a regañadientes por Trippier, que ocupó el lateral izquierdo y dejó en la derecha a Reece James. El formidable defensa del Chelsea tuvo buenas subidas aunque al principio fue víctima de la presión en campo contrario de la Azzurra, que enlazó ataques muy directos. Eso sí, todos se terminarían encontrando con Ramsdale, incluyendo uno clarísimo de Tonali. Pero la selección inglesa tampoco se vio con muchos problemas para llegar hasta el área de Donarumma, que no pudo hacer nada ante un disparo de Mount que fue escupido por el larguero al poco de comenzar.
La llegada del mediapunta blue nació de una jugada que nació en sus pies. Una excepción en el partido de Inglaterra, que jugó al ritmo de Declan Rice, siempre un paso por delante del resto, no solo en ataque sino también en tareas defensivas, cuando las coberturas del pivote se convirtieron en una necesidad. Así cortó Inglaterra el flujo de llegadas de Italia, que se diluyó con el paso de los minutos y de los cambios... Harry Kane entró como solución de urgencia, pero no consiguió romper la igualdad.