Nadal se da otra oportunidad de mejorar en Wimbledon
El balear se deja otro set antes de ganar al lituano Berankis con mejores sensaciones en la última manga. Se enfrentará el sábado al italiano Sonego.
“Cada día es un desafío, jugamos contra los mejores y cada rival es difícil. En estas condiciones, un poco más, no había jugado en hierba en tres años”, dijo Nadal, que acumula 32 victorias este curso, para un total de 1.060 en su carrera, 307 de ellas en Grand Slams (16 seguidas en 2022), con las que se queda solo en el cuarto puesto de la lista de todos los tiempos, por delante de Navratilova (306) y detrás de Federer (369), Serena Williams (365) y Djokovic (330). Unas cifras que aun en el caso de un grandísimo jugador como él, son una auténtica barbaridad.
Rafa jugó con unos tapes cruzados en la zona inferior derecha del abdomen. Quizá por eso no tuvo una seguridad absoluta con su servicio y bajó la media de velocidad con respecto al encuentro del martes ante Cerúndolo. Aunque sus números no fueron nada malos (13 aces), lo perdió dos veces y salvó otras tres opciones de quiebre de Berankis, un tenista apañado pese a su bajo ranking, si bien es cierto que el césped tiende a igualar y provoca muchas sorpresas. En la primera manga ya se vio que el compromiso no iba a ser fácil para Nadal, incómodo en unas condiciones de viento y algo de frío. Se lo llevó después de salvar un punto de break y convertir uno justo para el 6-4. En el segundo parcial, al manacorí le tocó remontar. Tuvo que ponerse a menudo a la defensiva y arremangarse para doblegar a Ricardas, que no se cortó ni un pelo. “Al principio, he cometido muchos errores, tengo que aceptar que las cosas no son perfectas y seguir mejorando, siendo humilde y pensando en positivo para hacerlo mejor en cada juego y en cada set”, reconoció el ganador del 22 Grand Slams.
Notable cierre
No fue capaz después de voltear un marcador que se le puso adverso en la salida del tercer set. El de Vilna estuvo impecable en ese tramo de partido, antes de que en el cuarto se le soltasen las costuras a su plan de juego, en los mejores momentos de Rafa (“He jugado buen tenis con un buen saque, más agresivo con la derecha”, analizó), lanzado hasta que una tormenta paró encuentro durante 50 minutos mientras se cerraba la cancha con el techo retráctil y se achicaba el agua acumulada en la lona que cubría el césped. Ni el parón ni el cambio de circunstancias afectaron a Nadal, que cerró con facilidad, puntazo de por medio, un triunfo que le permite entrenarse otro día y volver a jugar. Lo que a él le gusta: “Esta victoria me da la oportunidad de seguir mejorando. Necesito mejorar”.