Modric estropea la fiesta de Eriksen
El madridista le cambió la cara a una Croacia desaparecida hasta el descanso. Pasalic anotó el gol del triunfo croata en el Parken Stadion casi un año después del desvanecimiento de Eriksen en la Eurocopa.
Había motivos de sobra para tomarse el partido como una fiesta y Dinamarca correspondió a las circunstancias tratando el encuentro ante Croacia como si de una final se tratase, con un estadio a rebosar y con su once de gala. No así la subcampeona del mundo, que dejó en el banquillo a Modric, Kovacic, Caleta-Car, Brekalo y Budimir, entre otros. Viendo el cartel, no extrañó que la selección danesa dominara el partido durante toda la primera parte, encerrando al conjunto de Dalic en su campo. Con una presión alta, Dinamarca pudo adelantarse por medio de Skov Olsen, Eriksen, Cornelius y Daamsgard pero solo el remate de este último encontró portería. Y también a Livakovic, que evitó el tanto.
Dalic comprendió en la segunda tiempo que las cosas no estaban como para prescindir más tiempo de Modric y el madridista entró tras el descanso. El partido fue otro. Las tornas se invirtieron y fue Croacia la que empezó a dominar. Todo lo que ocurría sobre el césped pasaba por el jugador croata, que participó en la jugada del gol de su selección, cuando atrajo a varios defensores en el lateral del área, lo que facilitó que Kramaric pudiera centrar libre de marca y Pasalic acabara rematando el balón a la red con el pie al borde del área pequeña.
El 0-1 hizo reaccionar a una Dinamarca que salió dormida tras el descanso. Braithwaite, que entró en la segunda parte, le dio la verticalidad perdida al conjunto de Hjumland, y en los minutos finales, tanto Livakovic como el VAR, que anuló un gol por fuera de juego de Wind, evitaron el empate. Al final, fue Modric y no Eriksen quien disfrutó de la gran fiesta en el Parken Stadion.