LIGA DE NACIONES I FRANCIA - CROACIA
Los de Deschamps volvieron a perder, esta vez ante Croacia, y dijeron adiós al torneo en el que defienden título. Marcó Modric de penalti en el minuto 3.
En defensa, el seleccionador jugó con Koundé, Kimpembe y Konaté; en el medio, Kanté y Tchouaméni fueron suplentes y dejaron su plaza a Guendouzi y Kamará, dos jugadores que se conocen muy bien tras su gran temporada en el Marsella. Y, en ataque, volvía Mbappé, que no había sido titular en los dos últimos partidos por una lesión de rodilla. A su lado, Benzema y Nkunku, mientras que Griezmann, muy criticado por su sequía goleadora (22 partidos sin marcar), se quedaba en el banquillo.
Enfrente estaba Croacia, una selección a la que conoce bien Francia tras haberla derrotado en la final del último Mundial y tras haberse enfrentado en la última edición de la Nations League. Dalic, por su parte, salió con todo su arsenal ofensivo, volviendo a juntar a Kovacic, Brozovic y Modric en el centro del campo y colocando a Pasalic de interior para reforzar la medular.
La Francia de Deschamps ha llegado físicamente fundida al final de temporada. La sensación es que este equipo está pensando ya en las vacaciones estivales y no en una Nations League en la que defiende título y que ha dado la sensación de no tomarse en serio en algunos tramos de la fase de grupos. Ante Croacia no pudo comenzar peor el encuentro, ya que Konaté cometió un inocente en la primera jugada a la salida de un córner que Modric no perdonó.
Con balón, y sin Kanté, Tchouaméni o Pogba, los teóricos titulares en el centro del campo, Francia fue incapaz de incomodar a Croacia en el primer tiempo. Salvo un disparo de Nkunku en la frontal que rozó el poste, las ocasiones brillaron por su ausencia del lado local. A los de Dalic, comodísimos en el terreno de juego, les bastó el penalti de Modric para comenzar a imponerse en el campo. Ese trinomio formado por el mediocentro del Real Madrid, Kovacic y Brozovic jugó en una alfombra roja durante los primeros 45 minutos. Los tres centrocampistas franceses, Kamará, Guendouzi y Rabiot, persiguieron sombras constantemente y la calidad de los tres fue suficiente para defender la mayoría del primer tiempo con balón.
Aunque Francia tuvo un arreón final en el primer acto, todo fue un espejismo. Mbappé, que sufrió mucho ante la falta de apoyos en los metros finales, comenzó a tirar del carro y generó una ocasión de Digne que acabó en el lateral de la red y un remate de cabeza de Nkunku que salió desviado. Sin embargo, no fue suficiente para equilibrar el marcador.
En la reanudación, la entrada de Tchouaméni le dio un soplo de aire fresco a Francia. Con el flamante fichaje del Real Madrid en el campo, la actual campeona del mundo tuvo más rapidez de piernas para ir a presionar y robó muchos más balones en campo rival. En una gran combinación entre Nkunku y Mbappé, el delantero del PSG tuvo una oportunidad clarísima, pero Ivusic evitó el empate con una extraordinaria parada.
Deschamps intentó cambiar el partido a través del talento, que es lo que más rédito le ha dado desde que aterrizó en el banquillo. Con Griezmann y Coman en el campo, el seleccionador intentó acumular delanteros, pero fue insuficiente para evitar la segunda derrota de Francia en cuatro partidos.