La gente usada como arma en el paro indígena de Ecuador
No cabe la menor duda que detrás de todo lo que es este tipo de desestabilización está el correísmo
Nadie puede negar que muchos de los reclamos obedecen a una falta de reacción apropiada del gobierno de Guillermo Lasso quien tomó un país en condiciones críticas luego de más de 10 años de un gobierno autoritario de Rafael Correa (el gran amigo de los Castro, Nicolás Maduro, Evo Morales, Daniel Ortega) y 4 años de Lenín Moreno.
Guillermo Lasso lleva apenas un año en el poder, sin embargo, el correísmo no ha desperdiciado oportunidad en atacar cada paso del gobierno, desde el inicio. Se podría decir que claramente hay una conspiración abierta con el fin de elaborar un golpe de Estado en el Ecuador que permita el regreso del correísmo al poder.
En ese contexto, se ha desarrollado el paro nacional en donde se ha escuchado a algunos de sus dirigentes decir que la meta es sacar al gobierno de Guillermo Lasso (Hay videos de esto circulando por todo el Internet).
En el Ecuador durante el transcurso de esta semana del paro se han registrado hechos violentos que buscan causar terror en la población. Ecuaflores, por ejemplo, ha denunciado activamente cómo las florícolas y sus trabajadores han sido amenazados por dirigentes indígenas para que paren sus actividades. Transportistas que han salido a trabajar han sido objeto de ataques, ya sea rompiéndoles el parabrisas o pinchandoles las llantas de sus vehículos, locales de comida que han tenido la mala suerte de estar en el camino por donde pasaba la protesta han sido atacados rompiendo los vidrios de los establecimientos, todo esto en lo que de a poco mas va pareciéndose a algún proceso naciente e incipiente de guerrilla urbana, manipulada por los dirigentes indígenas que han convencido a ciertos sectores de la población que esto es lo correcto.
Ante todo esto cabe preguntarse entonces si los líderes indígenas abusan de su poder incitando a la población a cometer este tipo de actos violentos, con la esperanza que algún elemento de la policía cometa algún exceso, hayan muertos y así tener una excusa para derrocar al gobierno. ¿Usan a su propia gente como arma?
Cabe resaltar que este tipo de acciones no solo las vemos en Ecuador, sino en toda Latinoamérica que está siendo atacada con el fin de derrocar líderes democráticos para colocar en su lugar a los adeptos al Socialismo del Siglo XXI. En el caso del Ecuador, no cabe la menor duda que detrás de todo lo que es este tipo de desestabilización está el correísmo.
Pero los ataques a la propiedad pública y privada tienen otra cara. Y es el manejo de la opinión pública buscando justificar y enaltecer este tipo de acciones con una potente maquinaria publicitaria, en donde se difunden ideas que suenan bien pero que analizadas con detenimiento no son mas que instrumentos para manipular.
Un ejemplo es cómo los militantes del correísmo han hecho un llamado a la empatía, pues dicen que hay que ser empáticos con quienes destruyen la propiedad porque están reclamando por el abandono del Estado. ¿El abandono del Estado de un presidente que lleva apenas un año en el poder? ¿Y por qué no hablan entonces de los 14 años de correísmo? en los que se abusó de los poderes del Estado, se vendió prácticamente el país a China, existieron los casos más sonados de corrupción, años en los que a pesar de tener los precios mas altos del petróleo el país terminó con una deuda como nunca en su historia -y eso por mencionar unos pocos eventos-.
Qué curioso que en la época del correísmo los indígenas fueron atacados y hasta perseguidos. Hoy, que se trata de desestabilizar el gobierno de Lasso, el correísmo aprovecha para meter cizaña y supuestamente apoyar al sector indígena. ¿Doble moral? ¿Usar a la gente a conveniencia como arma?
Pero lamentablemente muchos incautos caen en este discurso de chantaje emocional y se dedican a defender estas ideas siendo usados por los politiqueros y atacando vorazmente a quienes no piensan como ellos. Pues, como es costumbre, para los seguidores del autodenominado progresismo (que no tiene nada de progreso) o Socialismo del Siglo XXI, solo ellos son moralmente superiores, los destinados a decir a los demás que está bien y qué está mal, porque hoy en día la desinstitucionalización de los Estados, la violencia contra quienes no piensan como ellos, la destrucción de propiedad pública y privada (como sucedió en Chile por ejemplo) son los nuevos valores, y nadie puede osar decir lo contrario, porque entonces ya no se es empático.
Lo único cierto es que el Ecuador está bajo ataque y la gente desprevenida está siendo usada como arma tanto en el plano físico como en el de las ideas, por quienes al momento se encuentran prófugos de la justicia y cuya ambición desmedida por volver al poder no para.