La FIA entra de lleno para cortar con el ‘porpoising’

 Una directiva técnica advierte a los equipos de que se limitará el ‘porpoising’ de los coches. Malo para quienes aún botan: Ferrari, Mercedes. Bueno para Red Bull.

Jesús Balseiro
As
La FIA interviene ante el fenómeno del ‘porpoising’, el rebote de los coches en las rectas a más de 300 kilómetros por hora generado por la carga aerodinámica del efecto suelo. Algunos pilotos fueron muy críticos en las últimas semanas por el dolor físico que implica saltar en una bestia de 1.000 CV y 700 kilos a tan alta velocidad, y los riesgos que supone por la pérdida de concentración ante el punto de frenada, y el organismo confirmó este jueves en Montreal que ha emitido una directiva técnica para “guiar a los equipos alrededor de las medidas que la FIA intentará tomar para atajar el problema”.

La solución se fijará durante el GP de Canadá a partir del tercer entrenamiento libre, confirman fuentes del ‘paddock’ a AS. A través de las “verificaciones de planchas de los suelos y ‘skids’, en cuanto a diseño y desgaste”, se va a establecer una “métrica basada en la aceleración vertical del coche que aportará un límite cuantitativo” de lo que está permitido o no. “La fórmula matemática exacta para esta medida está todavía siendo analizada por la FIA y los equipos de Fórmula 1 han sido invitados para contribuir en este proceso”, aclara la nota oficial. Habrá “reuniones técnicas” para definir “medidas que reduzcan la propensión de los coches a exhibir este fenómeno en el medio plazo”, precisan, y se fijará un umbral de tolerancia. Otra cosa es que los equipos intenten enfangar el proceso con consultas y preguntas que puedan retrasar su implementación. La FIA asegura que “interviene después de consultar a los doctores en el interés de la seguridad de los pilotos”, preocupados por “la concentración”, “la excesiva fatiga o el dolor” y “el impacto físico en la salud de los pilotos”.

Bueno para Red Bull, malo para Mercedes, ¿y Ferrari?

Y ahora, traducción. El ‘porpoising’ tiene fácil solución, se levanta el monoplaza unos centímetros con respecto al suelo y se acaban los rebotes, pero así se pierde carga aerodinámica y por tanto, décimas por vuelta. Las escuderías lo mantienen porque hay ganancia de rendimiento, a pesar de las quejas de algunos pilotos: compensa botar en las rectas para rebajar el tiempo en las curvas. Si no está permitido superar un número prefijado de aceleración vertical, los equipos tendrán que afinar los reglajes de cada monoplaza para asegurarse de que no hay exceso de rebote. De lo contrario, serán descalificados.

Esta medida, en vez de fastidiar a quienes han sabido reducir el ‘porpoising’, salpicará exclusivamente a quienes aún lo tienen. Ferrari y Mercedes botan, es un hecho, el F1-75 de Leclerc y Sainz es rápido a pesar de ello. El Red Bull de Verstappen y Pérez, mientras, es razonablemente estable en las rectas. En la parte media de la parrilla hay cierta heterogeneidad, pero es justo resaltar que el Alpine de Alonso apenas ha sufrido de este fenómeno a lo largo de la temporada y no es casualidad que en los circuitos de altas velocidades, como Jeddah Corniche, Melbourne, Miami o más recientemente Bakú, el A522 anduviera más cerca del top-5. Igualmente, Alfa Romeo o Aston Martin han sido eficientes en este apartado. La conclusión rápida es que si se interviene el ‘porpoising’, se beneficiará de primeras a quienes no lo tienen. Desde Canadá, puede cambiar el orden establecido de la parrilla.


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