Goteras en defensa

La Selección, que ya se equivocó en Sevilla en el 1-1 de Portugal, hizo aguas en defensa en Praga, donde asumió unos riesgos que no compensó con la concentración necesaria.

Juan Jiménez
As
"No hemos estado a la altura". Antes que leerlo en los periódicos, la autocrítca la hacía, precisamente, un defensa después del partido de Praga. Concretamente, el salvador del cabezazo, Iñigo Martínez. Pero ni el 2-2 blanqueó la sensación de que la Selección concede demasiado atrás y eso, a cinco meses del inicio del Mundial, no es una buena noticia para Luis Enrique.

Los errores defensivos cantaron mucho en el Sinobo Stadium. Primero, en el 1-0, cuando Carvajal no acompasó la salida del resto de la defensa. Kuchta se filtró entre Iñigo y Marcos, y Pesek fusiló a Unai Simón. Como dijo Luis Enrique, si un equipo concede un córner en el minuto uno y encaja un gol en el minuto cuatro, algo no marcha. Para la jugada del 2-1, España estaba avisada. Kuchta ya se había metido entre los centrales al principio de la segunda parte y había fallado ante Unai Simón. Pero poco después, Marcos Alonso y Asensio perdieron un balón en el centro del campo. La presión de los volantes llegó algo tarde y Eric Garcia se durmió. Ni dio un paso adelante para provocar el fuera de juego ni estaba en su sitio para cortar el balón. Fue el 2-1.

"Dudas, ninguna", advirtió Luis Enrique que, sin embargo, reconoció "desajustes"en el equipo. Lo que en Sevilla ante Portugal no pasó de ser una desatención pagada con el empate de Horta, en Praga fue un cúmulo de errores que transmitieron la sensación de que España no jugaba lo suficientemente concentrada para los riesgos que asume. Para jugar con tantos metros a la espada d euna defensa, la presión tiene que tener unos índices de coordinación altísimos, igual que los niveles de concentración. Ninguna de esas dos premisas se cumplieron en Praga.

En primer plano, de nuevo, Eric Garcia. El central del Barça, empeño personal de Luis Enrique, que está convencido de que tiene un sitio en la Selección y que hará de él un buen central, salió de nuevo en la foto de un gol y confirmó que no ha crecido lo que se esperaba de él en su primera temporada en el Barça. Que España tiene un problema en el puesto de central desde la marcha de Piqué en 2018 y las lesiones de Ramos, pareja de éxito en la España de los éxitos (junto a Puyol, que era el central titular en la Eurocopa 2008 y el Mundial de 2010), es una evidencia. De ahí la nacionalización exprés de Laporte, cuya ausencia en esta convocatoria pesa. En la izquierda aparecen nombres de garantías: Iñigo, Laporte y Pau Torres. En la derecha, sin embargo, a Luis Enrique le está costando encontrar soluciones. En esta lista, los convocados han sido Diego Llorente y Eric (Azpilicueta es otra solución ahí).

Para compensarlas, ha jugado en más de un partido con dos centrales zurdos. Pero lo que necesita el asturiano, y es lo que se reprochaba este domingo después del partido, es máxima atención de los once que estén en el campo en cada momento. Da la sensación de que España necesita estar redonda los noventa minutos y ser muy superior los noventa minutos para ganar partidos porque cualquier error le desnuda. Rumbo a Qatar, arreglar las goteras atrás es una obligación.

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