Ferrari hace autocrítica
Iñaki Rueda, jefe de estrategia, está seguro de que Sainz "habría ganado" en Mónaco de no ser por Latifi y asume los "dos fallos" que cometieron con Leclerc.
Las emociones fueron muy distintas a ambos lados del garaje italiano. En el de Sainz, mucho más positivas con "una carrera muy buena" para acabar segundo, aunque con la certeza de que se le escapó la victoria al encontrarse a Latifi tras su parada: "Carlos fue el primero de los de delante que paró para poner 'slicks' y le dio una ventaja definitiva. Desafortunadamente, salió detrás de Latifi y le costó más de tres segundos. Si no hubiera sido bloqueado, estamos bastante seguros de que habría ganado".
Fue más torpeza del de Williams por no dejarse doblar antes que un error, por eso duelen más los que sí cometieron con Leclerc. "Con Charles cometimos dos fallos", asume el español, que explica así el primero, "cubrir a Pérez": "Charles tenía 10 segundos de ventaja y pensamos que, como Pérez era mucho más rápido con los intermedios, se reducirían a cuatro o tres. Pero la última referencia que tuvimos antes de parar era que Charles saldría un segundo por delante. No esperábamos que Pérez fuese nueve segundos más rápido. Ahí perdimos la carrera con Charles".
"El segundo error, fue con un margen de tiempo otra vez", prosigue Rueda. "Queríamos parar a los dos coches a la vez para poner 'slicks'. Cuando paramos a Carlos, pensamos en parar a Charles para intentar un 'undercut' a Pérez y poder hacer un doblete. Había cinco segundos entre nuestros coches y pensamos que sería suficiente, pero a la hora de entrar, la distancia se redujo a tres. Intentamos decirle a Charles que no entrase, pero ya lo había hecho y perdió dos segundos", cuenta sobre lo que se pudo escuchar en la radio del monegasco.
Lección aprendida
Si el primer error fue fatal porque le adelantó Checo, el segundo también "fue crucial porque le pasó Verstappen", lo que dejó a Leclerc cuarto después de hacerse con la pole, algo que seguramente era impensable en el box de Ferrari antes de la salida, de ahí ese sabor agridulce con el que se fueron, "con algunas cosas muy positivas y otras de las que no estar orgullosos", pero prometen volver "más fuertes" en Bakú con la lección aprendida: "Analizaremos todo, actualizaremos nuestras herramientas y procedimientos".