F1 (BAKÚ) | CLASIFICACIÓN / Otro palo y pole de Leclerc
Sainz lideraba ante el intento decisivo, pero le superaron Charles, Pérez y Verstappen en la parrilla de una carrera que será abierta y caótica. Alonso, décimo.
No hubo lío el sábado, o no mucho. Aunque en la Q1 sí saltaron chispas cuando un lance de Stroll, con ‘autoaccidente’ y bandera roja, condensó la fase decisiva en dos minutos y medio. Se desencadenó el tráfico porque hasta quince coches perseguían la vuelta y aunque fueron eliminados los sospechosos habituales, alguno se lo tomó muy mal. Albon, por ejemplo, culpó a Alonso, que encabezaba a un pelotón amplio, porque se pasó de frenada y se encerró en una escapatoria. En cualquier caso, la carrera estaba delante, con los coches ‘grandes’: este fin de semana, más que nunca, las diferencias se han estirado hasta casi un segundo. La vuelta es más larga y no hay lugar para esconder tantas carencias.
Leclerc siempre llega
Sainz aspiró a la pole, que finalmente fue otra vez para su compañero, y Verstappen pudo robársela a los dos Ferrari pero terminó una vez más superado por Pérez. Los cuatro cometieron errores, salvaron accidentes y rozaron los muros, que es de lo que se trata en Bakú. El mexicano fue el más agresivo en este apartado, llegó a dañar una llanta. Aunque, irónicamente, salió peor parado el que más seguro se comportó durante toda la sesión, Carlos, porque había salvado la jornada casi sin sustos hasta que entregó demasiadas décimas en una fuerte derrapada, a escasos centímetros de las protecciones. El cuarto, en todo caso, no es malo: Bakú es urbano, pero ofrece posibilidades de adelantamiento.
Agridulce Q3 de Alonso
Alonso salvó el décimo, en la Q3, aunque terminó detrás de rivales directos o menores como los dos Alpha Tauri y el Aston Martin de Vettel, y eso es una sorpresa en el garaje. El Alpine suele ser rápido a una vuelta, quizás han comprometido la velocidad punta —poco— para salvar el ritmo de carrera, que no era muy bueno en los entrenamientos libres. Ocon parte 13º, entre ambos los dos McLaren, que abiertamente han priorizado el domingo frente a un sábado loco que queda fuera de control. Como si el domingo del GP de Azerbaiyán, en el que literalmente ha sucedido de todo en el pasado, se pudiera confiar en las previsiones.