Enzo Fernández ya es jugador de Benfica: el club portugués confirmó la contratación del mediocampista
El acuerdo por el volante de 21 años llegó después de varios días de negociación
Así lo anunció Benfica a través de un comunicado a la CNMV, el mercado de valores portugués en el que cotiza el conjunto portugués y al que hay que notificar todos los movimientos. La nota dice lo siguiente: “Sport Lisboa e Benfica – Futebol, SAD (”Benfica SAD”) informa que llegó a un acuerdo con River Plate para la adquisición de los derechos deportivos y el 75% de los derechos económicos del jugador Enzo Fernández, por importe de 10.000.000 € ( diez millones de euros), a los que se podrá añadir un importe variable de 8.000.000 € (ocho millones de euros)”.
De esta manera, en Núñez se quedarán con un 25% del pase en su poder -con la intención de negociarlo cuando Benfica decida revenderlo- y embolsarán entre 12 y 14,7 millones de euros netos, ya que resta conocer si el futbolista cede una parte o la totalidad de su 15% correspondiente. Pero también llegará dinero a Florencio Varela: Defensa y Justicia conserva un 10% de la transferencia por derechos de vidriera tras el paso a préstamo de Fernández y se llevará 1,33 millones limpios.
La operación tomó otro color desde la llegada a Buenos Aires de Rui Pedro Braz, director deportivo de Benfica y encargado de la negociación. A mediados de mayo se dio la primera reunión formal entre emisarios del club portugués, el representante y el futbolista, que quedó conforme con el proyecto y las posibilidades de crecimiento en un club vidriera dentro del fútbol europeo. Así, con el aval del presidente Rui Costa, las Águilas decidieron acelerar por Enzo tras vender al delantero uruguayo Darwin Núñez en 100 millones de euros (entre fijo y bonos) a Liverpool. Y aunque aparecieron competidores como Wolverhampton y Milan, ninguno aceptó ni el dinero ni las condiciones que pretendían los dirigentes millonarios.
Tras jugar 50 partidos y anotar 12 goles con la camiseta de River, Fernández acordó un vínculo hasta 2027 con la institución portuguesa. Se quedará a jugar la Copa Libertadores, ese gran anhelo que tiene como fanático riverplatense.
Más allá de la contundencia de Julián Álvarez, esta transición que River tuvo en este último tiempo se hizo mucho más llevadera y auspiciosa por el rendimiento de Enzo Fernández. Lionel Scaloni lo convocó por primera vez a principios de noviembre de 2021 -junto con Simón, Zeballos y Medina- para que empezara a tomar contacto con el “mundo selección”. Una apuesta por el relevo generacional a futuro, aunque el presente de Enzo Fernández parece acortar los tiempos. Es lo que ocurre con los futbolistas que rompen el molde.
Luego de que la FIFA amplíe las listas mundialistas a 26 futbolistas, al otro Enzo de River, lugarteniente del prócer Pérez, el corte definitivo bien lo podría encontrar luchando por un lugar para ir a Qatar.
Desde hace años, el fútbol argentino es pródigo en delanteros y defensores de buen nivel internacional. El déficit pasaba mayormente por los mediocampistas capaces de interpretar el juego, de unir líneas, de cubrir amplios espacios, de barrer a un rival que lleva la pelota y romper líneas para saltar al ataque. La carencia fue bastante cubierta con jugadores de las características de Rodrigo De Paul y Giovani Lo Celso.
El abanico de alternativas puede ampliarse con Fernández, que encaja perfectamente en esa función. Es una pieza clave en el engranaje de Gallardo, que le dedicó varios elogios: “Es el crecimiento propio de un jugador que pisa fuerte. Es muy completo, siendo joven, se destaca. Me gusta que sobresalga dentro del funcionamiento, Toma vuelo propio, más allá del equipo. Recién arranca, debe mantener este nivel y seguir evolucionando”.
Con una postura agresiva en la cancha a lo “Cholo” Simeone, Fernández es áspero para marcar y sutil con la pelota. Cuando se descuelga al ataque apoya con asistencias o remates de media distancia. Es el volante moderno que satisface las necesidades históricas del fútbol. La clase de jugador que le da estilo a un equipo.