El triunfo de la primera vez: San Lorenzo ganó con Insua y en Santiago del Estero, gracias a Iván Leguizamón
En medio de sus problemas, el Ciclón hizo su estreno oficial en la provincia norteña; el juvenil destrabó el juego, anotó por segunda fecha seguida y facilitó una bocanada de calma necesaria
El entrenador de San Lorenzo dispuso una vez más varios juveniles en la cancha, pero tocó varias piezas entre los titulares. Gonzalo Luján por Gastón Hernández en la defensa; Malcom Braida por Agustín Martegani –lesionado– en la ofensiva, y lo más fuerte, Augusto Batalla por Sebastián Torrico. El ídolo azulgrana, de 42 años, no exhibió buenos desempeños en sus últimos partidos.
Compacto de Central Córdoba 0 vs. San Lorenzo 2
En su primer partido oficial en Santiago del Estero, San Lorenzo quería festejar en el campeonato luego de igualar tres compromisos al hilo. Y se presentaba contra un rival incómodo para el Ciclón, ya que el Ferroviario le había ganado ampliamente (4-1 y 4-0) en dos de las tres veces que se habían enfrentado, desde el regreso de Central Córdoba a la primera A, en 2019; todos los cruces se habían dado en el Bajo Flores.
El inicio del juego resultó de ceño fruncido, bastante músculo y pocas ideas. Era tomar la pelota y perderla enseguida. Costaba encontrar una sucesión de tres o cuatro pases o alguna combinación precisa. Todo fue parejo.
El Ciclón, replegado, procuraba salir rápido con algún contraataque. Siempre, como a lo largo de los últimos encuentros, con Ezequiel Cerutti tratando de ganar la escena. Central Córdoba, dinámico, mostraba las garras en la mitad de la cancha. Ambos, claro, muy ordenados, aunque con escasa capacidad de sorpresa y sin arriesgar mucho.
Recién a los 35 minutos se vio la primera jugada de riesgo: un pase punzante de Iván Ramírez dejó a Renzo López de cara al gol, pero Batalla achicó rápidamente y evitó la conquista del uruguayo. No hubo mucho más, salvo algún remate de media distancia. Demasiado pobre resultó el primer tiempo. Desordenado, confuso, apático.
El desarrollo cambió abruptamente en la segunda parte. Y mucho tuvo que ver el ingreso del juvenil Iván Leguizamón, de apenas 20 años. En un instante cambió el panorama. Tras una jugada embarullada, Cerutti envió un centro de cabeza y Leguizamón, que le había marcado un gol en la jornada anterior a Arsenal, empujó de zurda la pelota y desató el festejo azulgrana.
El delantero jugó con picardía y desparpajo. Le alcanzó para ser la gran figura de la noche. A partir de ese tanto el equipo visitante creció y lució más convincente. La ventaja no implicó un quedo para San Lorenzo. Cerca del final, el propio Leguizamón generó un penal que convirtió Adam Bareiro.
¿Cómo serán las próximas horas de Boedo? Las cifras y los problemas económicos de la entidad azulgrana no invitan a la ilusión, y sin embargo Insua y los dirigentes reconocen que el plantel necesita ser reforzado. Las gestiones por jugadores todavía no se reflejaron en caras nuevas. Algunos de los nombres que sonaron en las últimas horas son los de Gonzalo Maroni y Gabriel Neves. El primero firmaría en préstamo por 18 meses, sin cargo ni opción (Boca le pondría una cláusula de repesca en cada semestre). En tanto que el uruguayo, actualmente en San Pablo, arribaría también en préstamo.
Mientras, en Santiago del Estero, el Ciclón respiró y por fin encontró una sonrisa. Apuntalado por el chico Leguizamón (oriundo de Del Viso), dio un paso adelante. Una alegría para este San Lorenzo de los altibajos.