El golazo de Johan Carbonero y la camiseta de Diego Maradona
El Lobo venció por 2-0 en La Plata; el colombiano está por emigrar a Racing y abrió el triunfo; el hijo del 10 recibió una prenda de su padre; el Patrón, cada vez más complicado por el promedio
Gimnasia no le encontraba grietas al masivo bloque defensivo visitante, que se plantó con cinco zagueros y cuatro volantes (5-4-1), hasta que apareció Carbonero. Fue un rayo que trituró el partido. Casi a la madia hora de juego, y en el momento más flojo del Lobo, el colombiano destrabó el cerrojo de Patronato: encaró desde la izquierda hacia el medio, buscó un hueco y sacó un remate potente que se incrustó junto al palo derecho. Golazo y 1-0 para el equipo dirigido por Néstor Gorosito.
Compacto de Gimnasia 2 vs. Patronato 0
Antes de esa acción, jugada estelar de la primera etapa, había pasado poco. Casi nada. Apenas dos situaciones de riesgo: un córner de Brahian Alemán que Facundo Altamirano evitó se convirtiera en gol olímpico cerca del primer palo, y del otro lado, un cabezazo alto de Carlos Quintana.
Luego de la apertura del tanteador, el desarrollo cambió. El visitante perdió solidez, Gimnasia ganó en confianza y con un par de ataques bien construidos justificó la victoria parcial. El conjunto tripero fabricó más ocasiones para ampliar la ventaja, pero no tuvo precisión en la definición. En una de ellas Matías Melluso trepó por la izquierda y exigió al arquero Altamirano, que respondió con solvencia.
El inicio del segundo tiempo resultó similar al de la primera parte. Cuando el local lucía timorato y el conjunto entrenador por Facundo Sava exhibía un mejor semblante, emergió la figura de Carbonero. Y el colombiano, otra vez, construyó una maniobra desequilibrante, pero después se quedó sin fuerza y remató con suavidad. Esa jugada aplacó la voracidad de Patronato. Le puso un freno. El encuentro se emparejó y la pelota se alejó de los arcos. Gimnasia no quería desprotegerse, y el Patrón se quedó sin recursos.
Pero el Lobo se topó con un penal en favor. Quintana –puro instinto– tocó el balón con la mano y el árbitro Nicolás Lamolina, tras revisar la jugada en el VAR, sancionó la infracción. Tarragona no falló: abrió el pie y puso el 2-0. Final del juego. Los minutos restantes, ¡más de 15!, sirvieron sólo para que los hinchas locales ovacionaran a algunos jugadores y para que el árbitro expulsara a Jorge Valdez Chamorro (había ingresado un rato antes).
La serie de Gimnasia ya es más que una racha. Es una realidad. Un presente robusto. Acumula siete encuentros seguidos sin derrotas, con números muy favorables: seis éxitos, un empate, 17 goles propios y dos ajenos. El Lobo sube y sueña. Mientras, Patronato no frena su caída.
El homenaje
Uno de los momentos especiales de la jornada fue el recibimiento a Diego Maradona (h.), que fue homenajeado por la institución platense. El hijo mayor del ex entrenador de Gimnasia, que está en la Argentina desde hace algunos días, recibió una camiseta con el número 10 y el apellido Maradona.
La cuenta de Twitter del club publicaron una foto en la que se ve a Diego con la prenda y la frase “hermosa visita en el Bosque”. Un poco antes de que reanudara la segunda mitad, se vio al italiano en los balcones del estadio Juan Carmelo Zerillo.
Además, una vez finalizado el encuentro, Maradona aprovechó para sacarse una foto con Brahian Alemán, que recibió una plaqueta por haber jugado su partido 110 en el cuadro blanquiazul.