El acuerdo con CVC pone en peligro la Superliga

Si los socios del Barcelona aprueban la venta del 25 % de los derechos de imagen del Barça y CVC entra en juego, la Superliga tendrá una vía de agua fatal de necesidad.

Santi Giménez
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El proyecto de la Superliga europea que lideran el Real Madrid, el Barcelona y la Juventus corre serio peligro en caso de que el Barcelona, tal y como parece más que seguro, se sume finalmente al proyecto CVC. En la última junta del club, celebrada el martes en la Jonquera, la junta decidió pedir permiso a los socios para vender el 49% de la división del club que se ocupa de la comercialización del merchandising de la entidad (BLM) así como el permiso para poner a la venta el 25% de los derechos televisivos a uno o más inversores.

En este segundo punto está el problema que puede suponer una vía de agua definitiva para el proyecto de la Superliga. Cuando se habla de poner a la venta el 25% de los derechos televisivos se está refiriendo el club a una fórmula mixta de acuerdo con CVC, el fondo de inversión que Tebas ha atraído a LaLiga y que por cierto del que participan 37 equipos y tres no (Barcelona, Real Madrid y Athletic) que además lo tienen denunciado.

La fórmula mixta consistiría en que el Barça se sumara al acuerdo en los mismo términos que el resto de entidades por lo que recibiría 270 millones de euros a cambio del 10 % de sus derechos televisivos durante los próximos 50 años. Esa cantidad, como pasa con el resto de equipos, se consideraría deuda y debería utilizarse según las normas generales del acuerdo: 70% destinado a mejorar infraestructuras (199 millones), el 15 % a enjuagar deuda (42,6 millones) y el 15 restante a ampliar el límite salarial (42,6 millones).

Estas condiciones no solucionan el problema económico del Barcelona de cara al límite salaria y por eso se despliega un segundo acuerdo con uno o más inversores que incluiría hasta el 15 por ciento de los derechos hasta llegar al 25 por ciento. Una renuncia durísima que se compensaría con 270 millones más, estos sin un destino preconcebido que podrían gestionarse mediante una sociedad en la que participaría el propio fondo CVC y Goldman Sachs.

Ante este panorama, la Superliga peligra por activa y por pasiva. Por activa porque Tebas y CVC podrían exigir al club blaugrana la renuncia a seguir promocionando la Superliga si quiere acoger este dinero que tanto necesita.

Por pasiva porque la venta ya de un 25 % de sus derechos televisivos se adivina como una competencia casi insuperable para cualquier otra nueva competición a la hora de vender sus derechos globales en un futuro.

Esta decisión puede romper las relaciones de alianza con el Real Madrid, que confiaba hasta hace muy pocos días que el Barcelona se mantendría firme en su postura de rechazar el proyecto CVC, que lidera Tebas, enemigo declarado de la Superliga. Se avecina tormenta.

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