Corinthians y Boca no se sacaron diferencias

 El primer chico de octavos de final terminó igualado en cero. Rossi atajó un penal y Cássio salvó a los suyos. Todo se define en La Bombonera.

Juampi Reynoso
As
En el primer cruce de octavos de final, Corinthians y Boca igualaron sin goles en Sao Paulo. Los dos arqueros fueron figuras y le pusieron un candado al arco. La historia sigue abierta y se definirá recién el próximo martes, en Buenos Aires.

El primer tiempo fue trabado, disputado, sin demasiados espacios y con pocas situaciones de gol por parte de ambos equipos. Los brasileños empezaron replegados, luego se adelantaron en el campo, pero jamás impusieron condiciones. El conjunto xeneize también se mostró ordenado en defensa, aunque careció de ingenio para sacar ventaja en ataque.

Darío Benedetto, un tanto impreciso en algunas entregas cuando salió del área, tuvo las dos más claras y encendió las alarmas en el cuadro local. La primera fue un cabezazo que le salió al medio del arco, tras un excelente centro de Exequiel Zeballos desde la derecha. La segunda, una volea con cierta pifia, que le picó antes al arquero Cassio y casi se le mete en el ángulo.

Sin embargo, la gran emoción durante los 45 minutos iniciales se produjo recién sobre el cierre: Marcos Rojo fue a despejar la pelota, abrió su brazo izquierdo, golpeó en la cara a Gustavo Mantuan y el árbitro Roberto Tobar sancionó penal. Róger Guedes, el 9 del Timao, se hizo cargo del disparo, pero Agustín Rossi le puso un candado al arco y desvió el remate. Un especialista.

El inicio del complemento también fue movido y tuvo ocasiones claras en los primeros cinco minutos: la primera fue para Corinthians, que tuvo en los pies de Giuliano, pero Rojo salvó de manera estupenda y evitó la caída del Xeneize. Boca respondió con un remate de Óscar Romero que fue evitado por Cássio, uno de los mejores futbolistas el cuadro local.

A los 65′, Mantuan trepó por la izquierda, desbordó de buena manera y dejando pagando al juvenil Sandez , tiró el centro atrás, pero Adson definió de mala manera y tiró el balón por encima del travesaño. Boca respiró, volvió a salvarse y Sebastián Battaglia pegó un par de gritos para ordenar, desde el banco, a los suyos.

El entrenador boquense movió el banco, metió a Juan Ramírez en lugar del “Changuito”, buscó tener superioridad numérica en la zona central del campo. Sin embargo, el nivel del equipo no creció, aunque tampoco disminuyó, y el desarrollo del encuentro continuó como al principio: trabado y sin ritmo.

Sobre el cierre, Villa tiró un centro que casi se le mete a Cássio, pero el histórico arquero brasileño que defiende la casaca de Corinthians hace varios años volvió a evitar la caída del cuadro paulista. Tobar adicionó cinco más, algo poco por lo detenido que estuvo el pleito, y la historia terminó como había empezado: igualado en cero.

En siete días, la serie se definirá en la Bombonera ante una multitud que alentará a Boca para buscar el boleto a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Flamengo o Deportes Tolima, que juegan este jueves en Colombia, esperan en la otra llave.


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