Carlos Tevez: qué hay detrás del elogio a Antonio Conte, el estilo de técnico que sorprendió a todos (y por qué le dicen The Special Work)
Carlitos empezó su etapa como entrenador en Rosario Central, bajo la filosofía del italiano; por qué lo prefiere por sobre Carlos Bianchi y tantos otros grandes
“Él sabía de mis ganas, entonces me dijo: ‘A la primera pelota que vayas, andá con toda tu fuerza. Así la gente se va a levantar y te va a aplaudir’. Dicho y hecho: la primera pelota que disputo, voy con todas mis ganas y... la gente se levantó”. No corearon su nombre, pero casi. Allí comenzó una suerte de idilio. Algo nació entre esas dos culturas, esas dos formas de vivir la vida. Aunque con el mismo destino: la pasión por el fútbol, sin los excesos del romanticismo.
Tuvo a varios de los mejores entrenadores. Alfio Basile, Carlos Bianchi, Marcelo Bielsa, José Pekerman, Alex Ferguson, Roberto Mancini (más allá de sus enconos), entre tantos. Sin embargo, tiene una preferencia estelar Carlitos, en su primera experiencia como entrenador: “Tengo un gran referente como Conte, en Juventus, es el que más me enseñó como jugador. Voy a intentar ser la mitad de él”. Le salió poco en su presentación, un 0-1 contra el Gimnasia de Pipo Gorosito, en un atiborrado Gigante. Tiempo al tiempo.
Con la certeza de este nuevo camino, Conte, que hoy dirige a Cuti Romero en los Spurs y se inclina por lo que significa la “argentinidad” de las figuras de nuestro medio, le mandó un mensaje que fue furor: “Estás iniciando esta nueva carrera como entrenador, quiero desearte lo mejor posible”, dijo Conte a través de un video que fue publicado por la cuenta oficial de Twitter de la entidad rosarina.
“Fuiste un gran futbolista y tuve el honor de entrenarte durante el tiempo que estuvimos juntos. Mostraste tu determinación, fortaleza, calidad y liderazgo en la cancha. Y también tu coraje competitivo”, expresó. Y fue más allá: “Espero que como entrenador puedas traspasar las mismas cosas a tus compañeros. Te deseo mucha suerte. ¡Y vamos a ganar!”, advirtió el entrenador, que tiene una historia de película. Ahora mismo, está entusiasmado con el estilo de Cuti Romero. Y quiere volver a gritar los goles de Lautaro Martínez, con quien creó una relación de amor y odio. Que siempre acabó con un abrazo.
Cuando aún estaba en la cornisa el pase del zaguero, dijo: “Está a préstamo, pero tenemos la obligación de compra. ¡Lo vamos a comprar!”, explicó. Al terminar la temporada, los Spurs le pagaron 42,5 millones de libras a Atalanta y firmó contrato por cinco años. “Es perfecto para esta liga. Y si podés jugar en esta liga, podés jugar en todas las ligas del mundo. La intensidad, la calidad y la capacidad física que tenés acá no la encontrás en otras ligas. Por supuesto que Romero puede jugar en esta liga, encaja a la perfección”, contaba semanas atrás, eclipsado por la Premier League y por el rendimiento del zaguero.
Con Lautaro Martínez solían abrazarse y mirarse de reojo. Una vez, luego de una discusión futbolera, un cambio que no cayó nada bien, armó un show en el entrenamiento. Una... pelea de boxeo, con todas las de la ley. Con risas y algunos puñetazos. “Siempre le estaré agradecido porque en cuanto llegó al Inter me llamó, cuando estaba de vacaciones después de la Copa América. Es un entrenador que confía en mí y que me ayudó a crecer. También me ayudó a cambiar mi mentalidad, no solo la mía, sino la de todo el grupo, y eso es muy importante para nosotros en el Inter. Esperemos que podamos continuar en este camino”, explicó el artillero del ciclo de Lionel Scaloni.
La confianza con el delantero (y con la mayoría de los planteles que dirigió) era mayúscula. A tal punto... Que reveló el consejo que le dio a su plantel para que se encuentren de la mejor manera en los partidos. Lejos de limitarse en lo futbolístico, el italiano va más allá. En una charla con L’Equipe, afirmó: “Durante la temporada, los jugadores no deben tener relaciones sexuales que duren mucho tiempo. Necesitan hacer el menor esfuerzo posible. La mejor posición para ellos es si sus parejas van arriba. Y es preferible que estén con sus propias esposas”. Lautaro Martínez aceptó que esa “regla” era real: “¡Sí! Tenemos que seguir trabajando duro en el entrenamiento. Sin embargo, cuando estamos en casa, tenemos que descansar... ¡como él dice!”.
Largos años atrás, Carlos Bilardo (que disponía de la misma táctica, con tres defensores y un enorme compromiso táctico), decía algo parecido. Pero Conte va más allá. Según se supo recientemente, prohibió el ketchup y la mayonesa para los jugadores de Tottenham que se presentaron en la pretemporada con un exceso de peso en el control de rutina. En la misma línea, eliminó los sándwiches (todo tipo de pan) del menú y le dio instrucciones a los chefs para que evitaran cocinar con aceites ni mantecas. Y una exigencia: que la fruta sea parte de la rutina diaria.
Los ejercicios físicos y el profesionalismo son otras razones para la excelencia. Ese rigor, más allá de que está en otra vereda ideológica, es lo que admira Marcelo Bielsa, que en su último choque de Premier League le derramó un exceso de elogios. “Es un representante genuino del fútbol de su país. Ha triunfado en todos los equipos que dirigió. Es una referencia en el fútbol mundial, no únicamente en la liga en la que esté participando. Es un entrenador que obtiene prestaciones muy altas de sus jugadores”.
Y fue más allá: “Es muy difícil crear cosas que todavía no hayan sucedido, pero lo que sí unifica a todos los entrenadores es lo que logran extraer de las virtudes de sus jugadores. Eso exige saber cómo prepararlos y convencerlos. Y yo creo que en esos dos aspectos, Conte es un maestro”. No es un entrenador nuevo, es un DT reconocible encargado de jugadores diferentes. Pero las características de los jugadores son muy reconocibles, y los principios con los que Conte conduce, también. Y con pocos partidos es posible imaginar el perfil del equipo. Son equipos que atacan con muchos jugadores, pero no por eso defienden con menos. Esa es una virtud muy difícil de conseguir en un equipo”.
Y no se quedó allí. Su admiración es profunda. “Estas cosas que yo les nombro son muy difíciles de conseguir. Lo repito: atacar con muchos sin defender con menos, o defender con muchos sin por eso atacar con menos. Eso está muy marcado en los equipos que dirigió Conte, y me parece algo muy saliente y muy difícil de alcanzar”, comentó el Loco, durante sus últimos días en Inglaterra.
Lo que le conmueve a Carlitos es algo más que la táctica. Cuando fue presentado en Chelsea, el italiano dio una declaración de principios. “Llevaré aquí mi metodología, mi idea y mi pensamiento. Para esto me fichó Chelsea. El mensaje que transmití a los jugadores en la primera charla es que soy un trabajador, que me gusta trabajar y que es la única manera de ganar. Sólo conozco este verbo: trabajar, trabajar y trabajar”, analizó el DT, al que le pidieron que se buscara un apodo, como había hecho José Mourinho largos años atrás. “¿Podría ser The Special Work?”, sugirió Conte, divertido.
Se le conoce una frase controvertida: ”Tenemos que comer pasto”. Ese lema aún lo recuerda Apache. Pero su mirada es global. La frase, convertida en idea, que intenta transmitir en Central, en la pretemporada en el predio de Ezeiza, es de este estilo. El estilo Conte: ”Yo quiero transmitir mi método, que es trabajar físicamente, técnicamente, tácticamente y mentalmente para ser fuertes y superar las dificultades. Quiero jugadores con la máxima disponibilidad para empaparse de esto y que los jugadores estén listos para luchar. Si conseguimos transmitir pasión y entusiasmo será una gran victoria. Yo vivo el fútbol con pasión, no sé si es bueno o malo, pero no sé tomarlo de otro modo.”