Boca: fortaleza mental, poder de fuego y Zeballos, las claves sobre las que edifica sus ilusiones
El Changuito marcó dos goles y fue la gran figura en el 5 a 3 sobre Tigre; Benedetto (2) y Demartini, en contra, sentenciaron el triunfo; Retegui (2) y Zabala, anotaron para el Matador
Ocurre que toda la fiesta que se vivió en la Bombonera en la previa del partido con Tigre, por la celebración de la obtención de la reciente Copa de la Liga, parecía evaporarse en la primera etapa, pero se reactivó en un complemento a pura efectividad.
No habían pasado 10 minutos cuando un gran pase de Molinas fue bien aprovechado por Villa, y su centro exacto fue conectado por Benedetto en las alturas del área. Lo del Pipa ya no sorprende. Aun cuando sus números generan precisamente eso. Con los dos de anoche, el delantero lleva 57 goles en 97 partidos con la casaca azul y oro, y 12 en los 21 juegos de este año.
Otro punto alto en la noche de la Bombonera fue Aaron Molinas. El chico, por el cual Defensa y Justicia demostró interés en sumarlo a préstamo, jugó para dejar en claro que tiene enormes condiciones para seguir en Boca. No solo como habitual opción de recambio, sino también como posible titular.
El rol del chico para conectar el mediocampo con el ataque fue fundamental. Y fue un actor protagónico en la apertura del marcador y en el 2 a 1, con su estiletazo al medio del área, que resolvió Zeballos. Apenas un suspiro más tarde, Fabra amplió la ventaja, con la ayuda de un desvío en Demartini.
La gran figura de la noche fue Exequiel Zeballos. Además de los dos goles, el Changuito fue imparable para la última línea del Matador. Con un dato que todavía potencia más su trabajo: el de anoche fue su cuarto partido seguido en solo 10 días.
Battaglia: “Tenemos que enfocarnos en el torneo, faltan dos partidos para la Copa. Queremos ser protagonistas en la Liga. ¿Zeballos? Está tranquilo, sabemos la clase de persona que es y nosotros lo ayudamos y acompañamos en su crecimiento partido a partido. Tiene que estar con los pies en la tierra.”
Fue un partido entretenido y con final abierto. Porque a diferencia de lo que sucedía hace unos meses, Boca no retrocedió luego de ponerse en ventaja.
Al mismo tiempo, Tigre jamás se achicó y siguió buscando variantes para llegar al empate. En ese sentido, Boca volvió a sufrir sofocones en su última línea. Algo que parecía superado y corregido, activó alarmas el pasado domingo en Santiago del Estero y volvió a alterar la paz azul y oro ante el Matador. Una buena acción de Colidio y la siempre incómoda presencia de Retegui provocaron el error de Figal, que corrigió rápido Rojo.
El hijo del Chapa, que está a préstamo en Tigre pero sigue perteneciendo a Boca, tuvo otras tres en solo 20 minutos: un remate cruzado que se fue afuera, un derechazo de media vuelta que rozó el poste y un cabezazo en donde hizo toda la mímica como marcan los libros, pero no logró conectar el balón.
Tanto fue a la carga Tigre que obtuvo su premio. Zabala fue más rápido que todos para sacar provecho de un lateral por izquierda y su remate se desvió en Figal y terminó en el fondo del arco de Rossi. La forma fue desprolija, pero fue un merecido premio para el Matador.
Esa ráfaga de tres minutos en los que Boca se puso 3 a 1 fue demasiado para las aspiraciones de Tigre, que de todas maneras siguió con la frente alta, equilibrando su desgaste entre la búsqueda del descuento y los cuidados para no recibir una goleada.
Por eso, que Retegui haya descontado a los 20 (después de ¡tres! cabezazos en el área), y también sobre la hora, de penal, resulta un premio para su muy buena tarea personal y al esfuerzo colectivo. Aun cuando no haya sido suficiente para sumar.
Los próximos pasos del equipo siguen con un foco claro: llegar lo mejor posible al cruce con Corinthians. La ida de esa llave de octavos de final de la Copa Libertadores está programada para el martes 28 en San Pablo, mientras que todo se definirá una semana después en la Bombonera.
Claro que en el medio todavía hay muchas fechas por tachar en la agenda xeneize. Porque este domingo Boca visitará a Barracas Central y el viernes 24 recibirá a Unión, ambos compromisos de la Liga Profesional.
En esta inevitable cuenta regresiva hacia el máximo objetivo, la clave de Battaglia estará en saber administrar la carga, el desgaste y la recuperación de cada una de las piezas con las que cuenta. En total, serán siete los juegos que disputará el equipo durante junio.
Por último, es un misterio lo que pasará con Eduardo Salvio. Desde hace varios meses que, “esta semana” se resuelve su continuidad. Sin embargo, el 30 de junio concluye su vínculo con el club de la Ribera, y su futuro es incierto.