Así dan la cara los pibes de San Lorenzo
Ante la crisis política, económica y futbolística, los chicos surgidos de divisiones inferiores encienden la esperanza de volver a poner al club de pie. ¿Alcanzará?
Ayer, en el triunfazo en Santiago del Estero contra Central Córdoba, San Lorenzo presentó el equipo con la media de edad más baja de todos los que jugaron en la cuarta fecha de la Liga Profesional. Un puñado de purretes, que ganan experiencia y muestran credenciales en un escenario hostil. La zaga central, sin ir más lejos, fue conformada por dos pibes de 21 años, Gonzalo Luján y Jeremías James, que tienen menos de 10 partidos en primera cada uno, apuntalados por Federico Gattoni, que solo tiene 23, pero que con un par de torneos sobre el lomo casi que hace las veces de padre para el resto y tuvo el premio de ser por primera vez capitán del Ciclón.
A ellos de sumó el doble cinco conformado por Siro Rosané (22) y Francisco Perruzzi (21), y el aporte de Nicolás Fernández Mercau (22) haciendo toda la banda izquierda.
Pero los flashes se los robó Iván Leguizamón, el pibe que el otro día hizo un gol de colección contra Arsenal, que no pudimos poner en real dimensión por el enorme sinsabor que generó el 3 a 3. Ayer volvió a tener minutos desde el banco y revolucionó todo. Hizo el gol que abrió el partido en la segunda pelota que tocó, generó el penal para el segundo y metió otra corrida por la banda en la que casi hace el tercero. ¿Qué viene ahora? No volverse locos, saber que tiene solo 19 años y un gran futuro y estar atentos a que no quieran reventarlo para pagarle la deuda a Donatti y Peruzzi en la primera de cambio.
Si esto último no pasa y se logran traer los refuerzos que sigue reclamando Insúa, la sonrisa de Agustín Giay (18), que ilustra esta nota, será mucho más frecuente... entonces las nuestras también y el mundo será un mejor lugar para todos.