Un 'Pajarito' en modo 'Halcón'
Porque el charrúa hizo de todo y todo lo hizo bien en la media hora de que dispuso en el Wanda Metropolitano, cuando entró en el campo en lugar de Casemiro. En ese tiempo le dio para estar brillante en el pase (20 desplazamientos buenos de 24), para recuperar cinco balones (Camavinga, en el triple de tiempo, arrebató solo dos más) y para ser el mejor activo en ataque del Madrid, con tres intentos de gol desde la larga distancia: uno se marchó desviado, por poco; en los otros días obligó a Oblak a sacar dos buenas manos.
El Pajarito muta cada día más rápidamente en Halcón; ya le venía pasando en su selección, donde ha sido titular en diez de los doce partidos de clasificación para Qatar 2022, y los dos que se perdió fue debido a un problema físico. En el último, ante Chile, ya soltó un zapatazo que le valió un gol, una virtud que Zidane ya espoleaba en su día y que Ancelotti también quiere ver más a menudo, para beneficio del equipo.
En los tres partidos fundamentales para terminar de certificar virtualmente el título de Liga, contra Getafe, Sevilla y Osasuna, fue titular Valverde y jugó todos los minutos. También disputó los 90' de la vuelta ante el PSG en octavos de Champions, solo se perdió cuatro minutos de la ida de cuartos ante el Chelsea, disfrutó de los 120' de la vuelta y también jugó todo lo posible ante el City en semifinales, en Mánchester y en Madrid. Valverde sabe que ahora mismo es titular y no quiere soltar ese estatus. Él mismo lo confiesa: "Siempre uno aprende y mejora día a día, y más con los compañeros que tengo y el club en el que estoy. Empecé de titular, todo era positivo; después perdí el puesto en el once, fue un bajón y me lesioné. Saqué adelante mi entrega y trabaje para conseguir mi puesto. Ojalá no lo pierda más".
Valverde, indiscutible para Ancelotti
Con actuaciones como la del Wanda, tiene más cerca ese objetivo. Con él, Ancelotti ha cedido incluso a esa idea que ya tenía formada de no tocar el 4-3-3 como dibujo predilecto para su Real Madrid. La inclusión de Valverde por la derecha deforma levemente esa disposición, en un dibujo que muta por momentos: puede ser un 4-4-2 clásico, con Vinicius como segundo punta; un 4-3-3 con el uruguayo como falso extremo; e incluso un 5-3-2, con Valverde haciendo las veces de carrilero para apoyar a Carvajal cuando el canterano pasa malos ratos.
Todo eso aporta un Valverde al que solo le falta soltarse un poco más la melena a la hora de probar suerte de cara a la portería contraria. En el Wanda lo hizo, no le acompañó la fortuna ni tampoco la puntería, pero ese es el camino para mejorar unas cifras que, de momento, son algo flojas: un gol y una asistencia esta temporada. Por lo pronto sabe que la predilección de Ancelotti la tiene; el técnico, preguntado por si puede decirse que ahora mismo el uruguayo es indiscutible, no se anduvo con demasiados rodeos: "Sí. Puede decirse que sí".