Tigre dio el golpe ante River, eliminó al bravo Argentinos y ahora va por Boca en la final de la Copa de la Liga: argumentos matadores

El encuentro decisivo será una especie de revancha de aquel de 2019, cuando el Matador festejó ante los xeneizes en el estadio Kempes de Córdoba

El partido en el estadio de Huracán dejó emociones de todos los colores. La apuesta inicial entre dos técnicos que mamaron las enseñanzas transformadoras del fútbol moderno que surgieron del Barcelona fue quedarse con la mitad de la cancha, la zona del campo que ambos califican como el núcleo principal del juego. Gabriel Milito colocó en ese espacio a 5 y hasta 6 jugadores, a los que sumaba el anticipo adelantado de sus 3 defensores. Diego Martínez respondió con 4, y esa simple superioridad numérica, sumada a una convicción y energía más acentuadas, le dieron el control a Argentinos Juniors.

Lo mejor del partido

La agilidad de Fausto Vera para robar y tocar rápido, la participación activa de Thiago Nuss y Mariano Bíttolo para ensanchar la cancha -y de paso contener a los laterales de Tigre- y el pivoteo constante y eficiente de Gabriel Ávalos le dieron dominio y buena circulación de pelota al Bicho en ese rato durante el cual pareció ganar la partida estratégica. Su problema es que no supo traducir sus virtudes en acciones de riesgo. Salvo una dejada exquisita del delantero paraguayo que definió muy mal Gabriel Carabajal, no pasó sustos Gonzalo Marinelli.

El impulso le duró menos de media hora al equipo de La Paternal. Como si le pasara factura el cambio de aire, ese típico y transitorio bajón físico que se produce tras un esfuerzo grande, perdió fuelle en la asfixia para reconquistar la pelota en el medio.

Fue entonces que el Matador empezó a mostrar las virtudes que se le vienen elogiando desde que estaba en la Primera Nacional y que le llevaron a las etapas decisivas del torneo, pero con un detalle importante: la sensación constante de ser más profundo en sus aproximaciones al área contraria. De arranque nomás, a los 6 minutos, dio el primer aviso. Cristian Zabala desbordó por derecha y Kevin Mac Allister tapó justo un remate de Mateo Retegui con destino de arco.

Copa de la Liga Profesional.
Semifinal entre Tigre y Argentinos Juniors.
Copa de la Liga Profesional. Semifinal entre Tigre y Argentinos Juniors.Télam

Sin padecer el ahogo del conjunto de Milito, empezaron a soltarse los laterales de Tigre para emparejar el número de soldados en el centro del campo, se corrió al medio Zabala para entrar más en contacto con la pelota y el duelo -frenético, vertiginoso, con pocas pausas y exceso de nervios e imprecisiones- cambió de dueño.

Un zurdazo alto de Lucas Blondel a los 30 y un cabezazo desviado de Zabala sobre el final reforzaron la imagen de mayor potencia ofensiva del equipo de Victoria. Fue en medio de esa transición en el juego que a los 37 Gabriel Florentín se excedió en la vehemencia para frenar a Sebastián Prediger. Andrés Merlos lo amonestó, pero VAR mediante suplantó la amarilla por la roja, y como ocurrió en cuartos de final contra Estudiantes, Argentinos se obligó a afrontar demasiado tiempo con un hombre menos.

Alexis Castro festeja su gol para Tigre
Alexis Castro festeja su gol para TigreTélam

La diferencia no demoró mucho en hacerse más evidente. Martínez movió a Alexis Castro a la derecha, Blondel aprovechó para convertirse en interior en cada trepada y el Flaco Zabala incrementó su trascendencia como eje del equipo. Tigre vivió así sus mejores momentos. Solo tardó 10 minutos en reflejarlo en la chapa. Trabó Prediger en el medio, Zabala metió la cortada para el desmarque de Retegui hacia la izquierda, centro bajo, y la diagonal de Castro desde la derecha desembocó en el zurdazo del 1 a 0.

Le costó un largo rato a Argentinos recuperarse del golpe. Pero los cambios introducidos por Milito -especialmente el ingreso de David Zalazar por izquierda- y la fe en las propias fuerzas lograron torcer el rumbo en el último cuarto de hora. También colaboró el instinto de protección que suele despertarse en quienes tienen algo que perder y que en este caso empujó a Tigre a defenderse cada vez más atrás.

Diego Martínez, DT de Tigre
Diego Martínez, DT de TigreTélam

Gastón Verón no pudo aprovechar un regalo de Marinelli a los 32, le faltaron puntería y eficacia a dos cabezazos limpios de Mauro Di Césare, a los 34 y 38. Pero a los 41 apareció el goleador. Guapearon Vera y Verón y recibió Ávalos en el área. El paraguayo giró frente a Blondel y de zurda la colocó en el ángulo de Marinelli.

Fue 1 a 1 en los noventa. Impensable hasta los 30′ de la segunda mitad, merecido en el balance final, por el buen arranque y la confianza final de Argentinos; y por el largo período de dominio y buenas intenciones de Tigre.

Gonzalo Marinelli, clave en el penal atajado a Vera
Gonzalo Marinelli, clave en el penal atajado a VeraFotobaires

Los penales, como se sabe, son historias aparte, que esta vez fue escrita por el travesaño. Ahí rebotaron los disparos de Vera, previo desvío de Marinelli con el pie, Zalazar y Nicolás Reniero. La eficacia de Pablo Magnín, Sebastián Prieto y Blondel hicieron el resto y colocaron al Matador en una nueva final. Otra vez contra Boca, como en la Copa de la Superliga 2019, y luego de dejar afuera a River en el Monumental y al bravo Argentinos Juniors. Sin dejar ningún margen para la discusión.

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