Sabatini desvela un extraordinario gesto de Raiola

El director deportivo de la Salernitana publicó en las redes sociales del club una anécdota desconocida sobre el agente fallecido ayer.

Mirko Calemme

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Mino Raiola, tristemente fallecido ayer, ha dejado una huella muy profunda en el mundo del fútbol. Ha recibido muchas críticas por su manera de trabajar con los clubes, por sus durísimas negociaciones y por sus comisiones récord, que cambiaron las reglas del juego y del mercado de fichajes. Los que le vivieron de cerca, sin embargo, en estas horas están contando su faceta más humana, la que hacía que sus jugadores, como tantas veces dijo Ibrahimovic, confiasen completamente en él.

Lo hizo también Walter Sabatini, director deportivo de la Salernitana. Llegó en enero, cuando le eligió el nuevo presidente del club, Danilo Iervolino. Reconstruyó el equipo, llevó a Nicola al banquillo y su club está luchando por una milagrosa salvación, más posible que nunca en estas jornadas.

El directivo ayer desveló en las redes sociales de la entidad granata una anécdota desconocida sobre Raiola. Quiso hacerlo justo después de su fallecimiento, porque antes habría sido imposible sin volver a discutir con él. Sabatini (que trabajó en Lazio, Palermo, Roma, Inter, Samp, Bolonia...) y Raiola negociaron y pelearon mucho en las últimas décadas, cada uno defendiendo sus intereses.

En 2018, sin embargo, el representante sorprendió al directivo con un gesto muy bonito, que se hizo público solo ahora. Sabatini había sufrido un fallo respiratorio que le obligó a ser ingresado en Roma. El tabaco le destrozó los pulmones y llevaba años lidiando con este problema, que le sigue afectando también ahora. Raiola le ofreció ayuda: "Mino, no me habrías permitido decirlo cuando estabas vivo, hubieras hecho polémica como siempre”, escribió Sabatini, “peleamos mucho, pero no puedo olvidar que en el momento de mi grave enfermedad, llamaste a mi mujer ofreciéndole llevarme a Estados Unidos, pagando todos los gastos". Un gesto de solidaridad "extraordinario, gratuito y silencioso", que el director deportivo nunca olvidará: "Gracias, Mino".